Los bultos nuevos de Michael Jordan están listos. Adentro, libretas de colores sin estrenar comenzarán a ser llenadas desde mañana por los hermanos Christopher Omar y Kevin Jomar Díaz Santana, de 8 y 9 años, respectivamente, vecinos del residencial Nemesio R. Canales, en Hato Rey.

Llegó el momento de volver a clases.

"Quiero ir a la escuela", dijo con toda serenidad Christopher, quien aseguró que disfruta de sus clases de ciencias sociales y también “el parque, las chorreras, los tubos”.

Más tímido, el pequeño Kevin dijo que "quiero aprender… la escuela me hace falta".

Pero antes de escuchar el timbre que marcará su regreso a los planteles escolares, los hermanitos Díaz Santana aprovecharon para acicalarse en la actividad denominada “Back to School”, una iniciativa del intérprete de música urbana “Benny Benni”, que reunió a un grupo de barberos para recortar gratuitamente a los niños de ese residencial capitalino.

"Un barbero me decía a cada rato 'aquí estoy pa' lo que me necesites' y me quedé pensando: 'acho, ¿qué puedo hacer con un barbero?' y pensé: ‘comienzan las clases, vamos a recortar nenes de gratis'", expresó el artista cuyo nombre de pila es Jesús Manuel Benítez, oriundo también de Canales.

Benny Benni contó que hizo la convocatoria a través de su página de la red social Instagram, y respondieron 14 barberos y una estilista, que ayer donaron su tiempo y sus conocimientos para ayudar a los pequeñines del caserío. Durante la actividad, que se extendió por espacio de cuatro horas, los niños disfrutaron también de una casa inflable, equipo de música y una guagua con videojuegos, entre otras amenidades.

"Él le está dando un regalo a esos niños que ahora comienzan las clases, para los que están económicamente mal, que los papás no trabajan, pues es una ayudita", indicó Jonathan Martínez Guzmán, de 31 años quien también participó de la actividad.

El evento sirvió además para que otros, como el barbero Miguel Hernández de la barbería Bello Monte Hair en Guaynabo, tuvieran la oportunidad de compartir con otros un poco de las bendiciones que la vida les ha dado.

"Hoy comparto mi arte. Yo vengo de la calle. Fui adicto pero salí de ahí y ahora doy pa’ lante de lo que tengo", expresó Hernández mientras su tijera no paraba de recortar.

Al final de la jornada, unos 75 niños y niñas pasaron por las manos de los barberos y disfrutaron en grande de la actividad, que esperan repetir en el futuro.