El Gobierno de Malaui ha acusado a la cantante estadounidense Madonna de exagerar la ayuda que ofrece a ese país del sureste africano y ha criticado que pidiese un tratamiento especial durante su última visita, la semana pasada.

"(Madonna) Dice al mundo entero que está construyendo escuelas en Malaui, cuando en realidad sólo ha contribuido a la construcción de aulas", indicó el Ejecutivo de Lilong e, en un comunicado difundido ayer.

"Madonna es una famosa artista internacional, pero esto no obliga a ningún Gobierno en cuyo territorio se encuentre, incluido el malauí, a otorgarle tratamiento de Estado", se añade en el texto, en el que se recuerda que la cantante estadounidense viajó al país por su cuenta y no invitada por las autoridades.

La presidenta de Malaui, Joyce Banda, rechazó la semana pasada la petición de Madonna de reunirse con ella, acusando a la artista de mentir sobre la ayuda que, a través de su fundación, "Raising Malawi", presta al país africano.

Según Banda, Madonna aseguró haber construido diez escuelas, cuando sólo había contribuido a la mejora de varios colegios del Gobierno que ya existían, informó el diario malauí Nyasa Times.

La polifacética artista atribuyó el enfado de Banda a su supuesto malestar por el cese de su hermana en la fundación "Raising Malawi" debido a supuestas irregularidades.

Activistas malauíes defensores de los derechos humanos han pedido al Gobierno que trate bien a la denominada "Reina del pop" y resuelva cuanto antes el conflicto.

"Madonna contribuye al desarrollo de Malaui", dijo el activista Billy Mayaya al rotativo malauí.

La cantante de "Like a virgin" había recibido tratamiento especial durante sus anteriores visitas a Malaui, país natal de sus dos hijos adoptivos, David Banda y Merci James.

Durante su última visita, que acabó el pasado sábado, Madonna hubo de hacer cola junto al resto de viajeros en los controles de seguridad del aeropuerto de la capital del país.

Los proyectos caritativos de la cantante han estado rodeados de polémica desde que, en octubre de 2011, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) iniciara una serie de pesquisas sobre sus actividades.

Las dudas sobre estas iniciativas surgieron al relacionarse el fracaso de algunos proyectos con sus excesivos gastos.