Los días de encerrarse largas horas sin interrupciones en el estudio forman parte del pasado en la vida del cantautor puertorriqueño Tommy Torres. 

Su hija Amanda Zoé, de un año y 10 meses, logró que el artista se enfoque mejor al punto de establecerse un tiempo  determinado para su trabajo creativo, porque el resto de las horas son para ella. 

El esposo de la actriz Karla Monroig confesó que cuando él y la niña están solos el mundo se paraliza. No coge el teléfono, no escribe canciones. Toda la atención es para la nena. Lo hace con gusto porque estar junto con la pequeña  significa redescubrir el mundo y maravillarse con todo lo que es nuevo para ella. 

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“La vida te cambia totalmente, pero todos te dicen que no te dará tiempo para nada. Fíjate, no es así. Me doy cuenta que uno se enfoca mejor. Hay menos tiempo y por eso te enfocas en lo que estás haciendo en el momento. Antes estaba la noche entera en el estudio, ahora cuento las horas y estoy cuatro o cinco. Pero cuando estoy con ella, no hay espacio para nada más”, expresó el artista en entrevista telefónica desde su residencia en Miami. 

El intérprete de Nunca imaginé tiene muchos momentos especiales con su pequeña. “Me encanta leer, que pase las páginas y hable disparates. A ella le encanta la hora del baño porque monta una piscina. Me gusta ir al parque cerca de la casa y tirarme al piso con ella y comérmela a besos. Me encanta ver lo que está haciendo porque me permite conectarme con esa sencillez del ser humano puro que disfruta de cada cosa”, comentó. 

Admitió que también desconocía cuánta paciencia se puede tener. Se dio cuenta además de cuánto le importa cuando la niña grita en algún lugar. “Uno cree que no le importa el qué dirán hasta que eres padre”, dijo mientras se reía. “La niña grita en un lugar público y me da vergüenza y es una niña. Aprendes mucho de ti mismo”, añadió. 

El compositor señaló que ha logrado un balance para dividir su tiempo entre las giras de conciertos y su estadía en su hogar. 

Esta decisión de no estar muchos días fuera de su casa es porque no quiere perderse nada de Amanda Zoé. 

“La amo tanto y me da terror que se olvide de mí si no me ve por mucho tiempo. Es un amor tan distinto, porque Amanda puede ignorarme y preferir estar con su mamá, y no me da resentimiento, solo me río. No me importa la amo igual”, expresó. 

Tommy Torres se goza cada instante en compañía de la pequeña, pero por momentos piensa en la formación de Amanda Zoé como un ser desinteresado. 

“Vivimos en un mundo en que los medios, las revistas, todo lo que nos rodea, nos dice que nuestro valor está dictado por lo que tenemos. Me gustaría que ella aprendiera el verdadero valor de las cosas. Que el verdadero valor está en las acciones y no en lo que coleccionamos en la vida. No podemos ser esclavos de las cosas. Quiero que sea muy espiritual y nada material”, reflexionó.