LA HABANA.- Si usted es de esos que no ha escuchado una canción del dúo cubano “Buena Fe”, pues quizás es buen momento para que compre su música y le preste algo de tiempo. No se arrepentirá.

Esta agrupación, formada por el cantante y compositor Israel Rojas, en conjunto con el guitarrista y arreglista Yoel Martínez, por los últimos 16 años ha cautivado los corazones de los compatriotas y, por fin, tras largos años de éxitos en su país, ha comenzado su proceso de internacionalización de la mano de la discográfica cubana EGREM y de “Metamorfosis”, propiedad del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona.

“Buena Fe” es una propuesta musical distinta, que mezcla las características de un dueto al estilo “Sin Banderas”, con influencias de la nueva trova clásica a la usanza de Silvio Rodríguez o Alejandro Filio, con un toque de Joaquín Sabina, Carlos Varela y Fito Páez.

De esa conjunción de influencias ha salido un estilo desenfadado y único, que da a “Buena Fe” su peculiar sonido, el cual ha cautivado por tres fechas seguidas a miles de cubanos que han llenado en su totalidad al icónico teatro Karl Marx de La Habana.

El grupo se presentó el pasado fin de semana con una ronda de tres conciertos conceptuales en el cual el primero fue “romántico”, el segundo “rockero” y el tercero “clásicos”.  El próximo vienes tendrán una cuarta presentación con todo el repertorio.

Primera Hora estuvo presente en la jornada musical del sábado, en la cual se comprobó fuera de toda duda el amor que existe en Cuba por estos dos jóvenes que salieron de Guantánamo, el punto más oriental de la isla, para hacer de la música su modo de vida.

“Recuerdo cuando nos montábamos en los camellos (medio de transporte muy particular de Cuba en los años 90 y 2000) y se escuchaba una de nuestras canciones. La gente decía: ‘esos son españoles o argentinos’”, dijo Israel, el cantante principal del dueto, a una audiencia que moría de la risa.

“Hasta una vez una novia que tuve, cuando escuchaba una canción nuestra en la radio y le decía que era yo, no me creía, me decía que eso eran un españoles”, explicó riendo.

Desde aquellos años hasta hoy mucho ha llovido, y gracias a Israel y su potente voz, junto con la magistral capacidad arreglista de Yoel, los dos han podido juntar sus talentos para escribir tantas buenas canciones que su repertorio es la envidia de cualquier cantante.

Y eso fue lo que demostraron en el “Karl Marx”, un derroche de talento. Cantaron 25 temas sin parar, a un ritmo que parecía insólito, con una potencia interpretativa libre de parafernalia que distrajera la atención.

Temas como “En cueros”, “Catalejo”, “Afuera” y “Volar sin ti”, una balada rockeada espectacular, hacían poner de pie al público con una facilidad pasmosa.

Los cinco temas finales de la velada simplemente volvieron locos a los presentes. No se sentaron nunca, no dejaran de cantar, no dejaron de moverse. El ambiente era eléctrico.

“Da más”, “Se bota a matar”, “Miedos”, “Sicología al día” y “Pleiesteichon” fueron la coronación de una noche que para quienes siguen a este dúo de humildes muchachos fue la confirmación de cuánto los quieren y para quienes era su primera vez viéndolos en un escenario, pues fue una experiencia inolvidable.

Anímese, busque su música, no va a arrepentirse, y póngase las pilas, que en junio se presentarán en la sala sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce, no pierda la oportunidad y pase por allí, la va a pasar muy bien.