Cientos de fanáticos de Queen disfrutaron ayer de un concierto tributo a la agrupación mediante la presentación de la banda argentina Dios Salve a la Reina, en lo que fue una fiel reproducción de los conciertos que ofreció el grupo británico en julio de 1986 en el estadio Wembley en Londres, como parte de su Magic Tour.

La extraordinaria interpretación y actuación del cantante Pablo Padín- en una imitación creíble del fenecido vocalista Freddie Mercury- fue clave en el éxito del espectáculo que comenzó a eso de las 10:30 de la noche en Bahía Urbana, en el Viejo San Juan.

Si impresionante fue el parecido físico de Padín con Mercury, más sensacional fue su voz y lenguaje corporal en su intento de imitar los ademanes de la fallecida estrella del rock sobre el escenario.

Además, Francisco Calagaro como el guitarrista Brian May, Ezequiel Tibaldo como el bajista John Deacon y Matías Albornoz como el baterista Roger Taylor lograron su cometido en una imitación convincente.

Pero eso no fue todo; los arreglos musicales, el juego de luces, así como el sonido abonaron a que el concierto se convirtiera en una verdadera velada nocturna al estilo Queen.

Las presentaciones del Magic Tour se llevaron a cabo en la década de los 80, donde los elementos de producción no eran tan modernos o sofisticados, y Dios Salve a la Reina se aseguró de que su espectáculo luciera bastante parecido.

Eso sí. Un impaciente clan de seguidores apostados frente a la tarima cuestionaba por qué el espectáculo llevaba una hora y medio de retraso. Según se informó, esto se debió a la lluvia, pues es el show se llevó a cabo al aire libre.

Minutos antes del comienzo del concierto, un helicóptero sobrevoló el área tal y como hicieron los integrantes de Queen en hace 27 años.

Bajo los acordes del tema One Vision, el espectáculo arrancó con mucha adrenalina y fluyó ininterrumpidamente por una hora y cincuenta minutos. La compenetración de la banda con el público fue inmediata, y aquellos afortunados que alcanzaron a capturar un toalla y una camiseta de las que arrojó Pablo Padín al público, no dormirían esa noche, según comentaron a Primera Hora.

La banda presentó en total 28 temas y dos ñapas: Don’t Stop Me Now y I Want It All.

Las canciones: Tie Your Mother, Down In The Lap Of The Gods, Seven Seas Of Rhys, Tear It Up, A Kind Of Magic, Under Pressure, Another One Bites The Dust, Who Wants To Live Forever, I Want To Break Free, Now I'm Here, Love Of My Life, Is This The World We Created, You're So Square) Baby I Don't Care, Hello Mary Lou (Goodbye Heart), Tutti Frutti, Gimme Some Lovin', Bohemian Rhapsody, Hammer To Fall, Crazy Little Thing Called Love, Big Spender, Radio Ga Ga, We Will Rock You, Friends Will Be Friends, We Are The Champions y  God Save The Queen completaron el repertorio de la noche.

El momento culminante del concierto se produjo cuando Dios Salve a la reina interpretó Bohemian Rhapsody, la canción bandera de Queen en una composición y arreglos de Mercury.

Al concluir el espectáculo, Pablo Padín se despidió del público con el emblemático atuendo real de Inglaterra llevando puesta una corona tal y como hacía la fallecido rockero.