Descanso es una palabra, al parecer, ajena para los integrantes de El Gran Combo, que esta noche se presentaron con toda su energía en el anfiteatro del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, tras regresar el lunes de una extensa gira por Perú y ciudades de China y Japón.

Luego de 32 días lejos de Puerto Rico, los llamados “mulatos del sabor” aterrizaron en el mencionado escenario para cumplir con su compromiso con la educación.

“Lo importante es que teníamos este compromiso, que para nosotros era sagrado, y sigue siendo sagrado. Todas las veces que nos inviten estaremos aquí porque aquí recibimos nuestros primeros estímulos, nuestros primeros aplausos. Dicen por ahí que nadie es rey en su patria, y nosotros pasamos de reyes porque ustedes nos quieren tanto”, expresó el director de la afamada orquesta, Rafael Ithier, al dirigirse a los presentes.

El concierto, que congregó mayormente a personas de 40 años en adelante, fue una iniciativa de recaudación de fondos del Recinto Metro, con el apoyo de El Gran Combo, para el Fondo de Becas de la universidad.

Una corta presentación del conjunto Salsa Metro, dirigido por el maestro Ramón Sánchez, sirvió como antesala para la esperada salida de los vocalistas Jerry Rivas, Charlie Aponte y Luis “Papo” Rosario, el maestro Ithier, y el resto de los músicos, que de inmediato animaron al público con temas como: Patria, El menú (Que le pongan salsa) e Imaginación.

Sin embargo fue Jala jala la primera melodía que despegó a los asistentes de sus asientos. Esa fue la primera de muchas que el público aclamó cuando Ithier preguntó qué canciones quería escuchar.

El caballo pelotero, ¡Ámame!, Arroz con habichuelas, Ojos chinos, y Brujería se sumaron a los temas con que la agrupación complació a los presentes.

Además de poner a los asistentes a moverse desde sus asientos, tanto Ithier como Aponte arrancaron carcajadas con las anécdotas de sus estadías en ciudades de Japón como Fukuoka, Hiroshima, Osaka y Nagoya, y Shanghái en China. Manifestaron todo lo que extrañaron a Puerto Rico, y más aun, a la comida típica boricua.

“Es una cosa que tenemos nosotros los boricuas que la comida (nuestra) es una de las cosas que más necesitamos cuando estamos afuera. Y es una comida que tiene grasa y todo, pero que se chave la grasa”, indicó Aponte.

El fundador de El Gran Combo, por su parte, hizo reír a los presentes cuando contó que en una ocasión buscaba algo para desayunar y se topó en televisión con un programa de comida en el que un chef freía ratas en un sartén.

“Eran grillos”, le comenta Aponte. A lo que él ripostó: “No, los grillos eran otros”.

“Cuando llegamos aquí antenoche, yo venía en la ventanilla y cuando vi a Puerto Rico, se me salieron las lágrimas. Ustedes no saben cómo se sufre por allá… Lo importante es que estamos en Puerto Rico. Salimos muy contentos porque allá la gente respondió muy bien. No sabían lo que decíamos nosotros, pero fueron muy simpáticos”, sostuvo Ithier.

La presentación en el Recinto Metro, concluyó con la melodía Timbalero, en la que miembros del conjunto estudiantil Salsa Metro se unieron en tarima junto a la orquesta y pusieron a bailar a una que otra pareja en los estrechos espacios entre las filas.