¿En serio? Pese al pleito legal entre ellos que se hizo público ayer, resulta que Tempo y “el Señor Sapo” ya se conocían y no solo compartieron en una actividad infantil en abril pasado sino que también bailaron juntos el tema de la controversia, “Había un sapo”.

Es precisamente esa canción la causante de la discordia legal entre ellos, tras la agrupación Atención Atención, Inc. someter una demanda  contra  el rapero David Sánchez Badillo, mejor conocido como Tempo, por utilizar una estrofa en su canción de tiraera “Tempo- Chota Cos” que curiosamente fue publicada en abril pasado. En la demanda se reclama una indemnización de aproximadamente $300,000 por alegados daños a la reputación de la agrupación infantil. 

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Primera Hora tuvo acceso a unas fotografías en las que se ve a Tempo y al personaje de “el Señor Sapo” en un evento realizado  el viernes 25 de abril, a eso de las 11:00 de la mañana, en el Hospital Pediátrico de Centro Médico,  en Río Piedras, donde el reguetonero y el personaje infantil bailaron juntos al ritmo del popular tema “Había un sapo” rodeados de pacientes y sus familiares. El tema de Tempo en disputa comenzó a sonar en las redes sociales de Internet el 19 de abril.

El recurso legal incoado por Atención Atención a través de la licenciada Karen G. Venegas en el que señala que “los demandados  no han respetado  la exitosa carrera  y su reputación creando y publicando  una canción  con contenido increíblemente profano  que cuenta con imágenes morbosas, violentas y angustiosas  que chocan directamente y que contiene porciones significativas  de la canción  y composición musical original de 'Había un sapo' sin la autorización del demandante…”.  

Además, indica que el 3 de mayo le notificó por escrito  a los demandados, que son Tempo, sus manejadores Oscar Figueroa  Edgar Andino y las compañías Free Music, Inc.,  Andino Marketing Group, Inc. Y Vevo,LLC, que cesaran  y desistieran  inmediatamente de publicar  o descargar la canción “Había un sapo” porque la estaban utilizando sin autorización, lo que constituía una violación  a los derechos de autor, pero hicieron caso omiso.

Tempo y su equipo de trabajo no han querido reaccionar a esta controversia.