México - El cantautor español Antonio Orozco reconoce que, aunque su vida profesional gira en torno a la música, su gran pasión es escribir ficción sin plantearse si un día publicará o si será conocido como autor.

"Escribir cuentos es mi tesoro", asegura a Efe Orozco, quien comenzó a involucrarse con la literatura como forma de espantar el tedio en los aviones, en los cuales pasa gran parte de su vida.

"No escribo canciones en los aviones, ahí lo que hago son cuentos; mi obra musical es más o menos conocida, pero mi literatura no y no sé si un día lo será", dice el artista, quien considera sus escritos de ficción una prenda preciosa, aunque lleva 14 años dedicado a la música.

Orozco, quien se presentará el próximo 7 de noviembre en un concierto en una plaza de la colonia Condesa de la capital mexicana, confiesa haber leído la obra completa del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca.

Además, admite ser un admirador del premio nobel de literatura Gabriel García Márquez, aunque la obra del colombiano que lo marcó no fue la mítica "Cien años de soledad", sino la más realista "Noticia de un secuestro".

"De Lorca me quedo con Poeta en Nueva York; de García Márquez me marcó cómo describió los lugares donde estuvieron los protagonistas de Noticia de un secuestro", señala.

"No sé si mis cuentos se publicarán bien, pero los quiero mucho", añade.

Orozco es un caso de cantautor desinteresado por la fama o la competencia que a sus 42 años ve la vida de una manera sentimental y romántica, como lo muestra el hecho de que aún guarda su primera guitarra, comprada cuando tenía 15 años.

"Si existe un secreto para atraer las musas es asumir la oportunidad de vivir como el gran regalo, no hay mayor inspiración que el hecho de estar vivo, así asumo mis éxitos y mis fracasos", asegura.

Vestido con pantalón ajado y chaqueta, ambos de mezclilla, a la hora de conversar Orozco es prolijo como un caribeño, y muestra tener muy desarrollada la capacidad de sorprenderse, sobre todo cuando se refiere a México, donde ha actuado en bares pequeños y otros no tanto por más de tres años y medio.

"Para mí México es como una historia de amor, larga de tiempo, en algunas ocasiones tediosa, pero necesaria para sentirme vivo; por eso vuelvo, vuelvo y vuelvo a este país", afirma el artista, que lo mismo ha tocado la guitarra en una pizzería en el Estado de Guanajuato como en el Lunario del legendario Auditorio Nacional.

Se califica a sí mismo como un contador de historias y aclara que para ejercer su oficio necesita de la intimidad con quienes lo escuchan, lo cual logra fácil en espacios pequeños, aunque ha llegado a llenar plazas con 10,000 personas en España y pretende hacerlo un día en México.

"Yo creo que el secreto de la felicidad está en disfrutar lo que pasa cada día, no puedo esperar por lo que sucederá en unos años, porque es algo incierto. El Universo es muy grande y yo trato aprender de los demás y no competir", explica.

Anda con un Ipod en el que guarda ideas sueltas que luego se vuelven canciones, como las que forman el disco "Dos orillas", número uno en ventas en su semana de salida en España, donde obtuvo disco de oro 24 horas después de ser lanzado y de platino un par de semanas más tarde.

"El concierto en México recorrerá ese álbum, pero cantaré otros éxitos", adelanta al referirse a la presentación, en la cual, más que confirmarse como uno de los principales cantantes de España se trazará una meta más simple, hacer culto a su obsesión de contar historias, el único acto que le quita el sueño.