El guitarrista y cuatrista puertorriqueño Emilio “Millito” Cruz falleció el miércoles en la noche en Río Piedras, confirmó esta mañana su hija, Enid Cruz Mirabal. Nacido el 6 de junio de 1940, el músico murió a consecuencia de un fallo cardiopulmonar.

Al momento la familia organiza los actos fúnebres. Su cuerpo será cremado. Lo que está confirmado es una actividad póstuma, la cual se celebrará en la Fundación Nacional para la Cultura Popular, donde se le recordará con música.

Millito Cruz fue un virtuoso del cuatro y la guitarra quien llegó a tocar con grandes y diversas figuras de la música puertorriqueña. Entre sus múltiples conciertos y presentaciones destaca la del Teatro de la Universidad de Puerto Rico en la década del ochenta, donde estrenó junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, el Concierto Criollo para cuatro y orquesta, del maestro Ernesto Cordero. 

Resaltan también sus presentaciones con el fenecido poeta y declamador David Ortiz Angleró, con quien en el 2005 presentó el espectáculo “Recital para Julia de Burgos”. Con motivo de esa presentación, Cruz expresó en una entrevista con este diario que “la mejor forma en que puedo expresar lo que es el amor para mí es con mi guitarra”. 

La complicidad con sus hermanos del cuatro, así como con el grupo Haciendo Punto en Otro Son y con artistas como Lucecita Benítez, entre tantos otros con los que compartió escenario, lo ubican como un maestro de maestros. 

Dice Javier Santiago, de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, que fue en el concierto “Traigo un pueblo en mi voz”, presentando por Lucecita Benítez en el Teatro Sylvia Rexach en 1974 que Millito Cruz alcanzó popularidad cuando la intérprete soltó el grito “¡Suénalo Millito!”, y el guitarrista levantó del suelo al cuatro puertorriqueño haciendo sonar sus acordes de denuncia al son del “Le lo lai” de Pedro Castillo. “La canción, grito de protesta contra la marginación del instrumento nacional dentro del pentagrama boricua de la época, se convirtió en uno de los aciertos musicales del legendario concierto popular. Y Millito puso en él el toque distintivo ante el coro ‘rueda por el suelo, rueda por el suelo’”, escribe Santiago.


Meses más tarde, agrega, su rostro entró a la televisión como parte de un memorable comercial de una marca de ron puertorriqueño, donde aparecía tocando el cuatro junto a su padre, Emiliano Cruz, quien le enseñó a tocar el instrumento.

Pero más allá de sus aportaciones en los escenarios, Millito Cruz tenía un compromiso de enseñar a las generaciones más jóvenes nuestro instrumento nacional.

“Mi papá, además de un gran músico, fue un gran maestro. Enseñó casi por 20 años en la Escuela Libre de Música, fue el maestro de cuatro y dirigía el Conjunto de Cuerdas. Todos los catedráticos y profesores de guitarra que enseñan en el Departamento de Música de la Universidad de Puerto Rico y en el Conservatorio de Música son o colegas o estudiaron con él o fueron compañeros”, recordó la hija, quien dijo que con su padre todo era una enseñanza.

A Millito Cruz le sobreviven su esposa Socorro Mirabal y sus hijos Marisol, Ronaldo, Enid y Nicole.