La hora del encuentro estaba pautada para las 10:00 a.m. en el cementerio de Villa Palmeras, en Santurce. A esa hora, decenas de personas rodeaban un panteón cubierto de discos de pasta, un radio y la bandera de Puerto Rico.

Era la tumba de Ismael Rivera, “Maelo”, quien un día como hoy hubiera cumplido 83 años y tal como fue su vida, también en la muerte sus amigos y allegados lo recuerdan con música.

Más de 50 personas se reunieron en el cementerio de Villa Palmeras a celebrar en esa esquina de Santurce el natalicio del llamado "El Sonero Mayor”.

“Plenero, plenero, vamos a hacer un belén”, se cantaba frente a su tumba en vivo, mientras desde el radio ocasionalmente ponía algunos de los temas que inmortalizó Rivera.

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Entre la música del cantante y mensajes de fanáticos y admiradores, transcurrió hoy en la mañana el homenaje, en el que se recordó el impacto del reconocido intérprete, no solo en Puerto Rico, sino en lugares como Venezuela, Panamá, Perú y Nueva York, entre otros.

"La importancia de Ismael es grandísima. Todos los soneros tienen que aprender de esa escuela", dijo en un aparte con este medio el músico Héctor "Atabal" Rodríguez, uno de los organizadores de la actividad.

Con la enorme sombra de un árbol que ayudaba a enfrentar el calor del mediodía, los presentes escucharon con atención el mensaje principal, que estuvo a cargo del profesor Lester Nurse Allende, quien lamentó que ningún puertorriqueño criado en la isla haya escrito un libro de la vida de “El Sonero Mayor”.

También enfatizó cuánto es querido Rivera en lugares como Panamá, específicamente en la ciudad de Portobelo, lugar en que se celebra la procesión del Cristo Negro, del que Rivera fue devoto. Allí, la ciudadanía tampoco olvida al cantante puertorriqueño.

Asimismo, Nurse Allende exhortó al pueblo de Puerto Rico defender los símbolos de la identidad patria, como la figura de Maelo.

“Ismael es la métrica de lo que debe ser un sonero, es la escuela del conocimiento de lo que es el soneo”, expresó Nurse Allende.

El profesor fue escuchado por personas como Luis Alberto Centeno, quien dijo que actualmente tiene 55 años, la misma edad que tenía Maelo cuando murió en 1987. El hombre no se ha ausentado a ninguno de los homenajes que se han celebrado año tras año en memoria del Sonero Mayor. 

Cada uno de los asistentes tenía una experiencia particular con Maelo, su música y su legado.

“Yo me pasó escuchando su música. Lo estoy oyendo desde que tengo 16 años”, dijo Centeno, vecino de Aguas Buenas.

Mientras, Juan Rijos, de 39 años, contó que tenía 36 discos compactos, discos de pasta y casetes de la obra musical de Maelo. “No es hijo solamente de Puerto Rico, sino de Latinoamérica. Y como puertorriqueño estoy orgulloso de él”, dijo Rijos, natural de Carolina. “En su forma de sonear era el mejor, con respeto a los demás”, dijo Luis Alfredo Arroyo Guevara, de 20 años, quien sonreía mientras se tomaba fotos frente a la tumba y llevó una pintura con la imagen del cantante.

Por su parte, Juan Torres, quien viajó desde Añasco, se dirigió a los presentes y contó la experiencia que aún vive con el artista, cuyas letras comenzó a prestar atención cuando decidió aprender a tocar el contrabajo.

“Cuando escuché (por primera vez) con seriedad la música de Maelo sentí una sensación muy extraña. Los músicos saben lo que digo. Yo siento –y espero que la familia me perdone, que Ismael está aquí… Maelo vive, yo lo siento cada vez que toco”, dijo.

Rivera fue uno de los máximos exponentes de la música boricua, en la década del 60 y 70, no solo de la salsa, sino además de la bomba y la plena. Junto a la orquesta de su compadre, Rafael Cortijo, recopiló enormes éxitos como “El bombón de Elena”, “El Negro Bembón” “Quítate de la Vía Perico” y “Oriza”, entre otros.

Más adelante, creó la Orquesta Los Cachimbos y también interpretó temas de resonancia internacional con la Orquesta Panamericana, entre otros.

"Maelo" nació el 5 de octubre de 1931 y murió el 13 de mayo de 1987 a los 55 años “a las 5:30 p.m.”, recordó su hermana y presidenta de la Fundación Ismael Rivera, Ivelisse Rivera, quien se expresó complacida con la asistencia este año a la celebración.

Dijo que el año pasado solo hubo unas 10 a 15 personas en el cementerio para conmemorar el natalicio, así que este año procuraron hacer un mayor esfuerzo de difusión para que la gente recordara la ocasión.

“El Sonero Mayor no pasa”, dijo la hermana del salsero.

Explicó que la fundación trabaja en la operación de un museo dedicado a la memoria del sonero, en la casa donde “Maelo” vivió por muchos años y donde falleció. En la actualidad el lugar se puede visitar con cita previa. Los números a llamar para coordinar visitas son 787-762-9772 y el 787-220-4225.