Lo primero que salta a la vista cuando uno conoce al cantautor puertorriqueño García López es su media visión. Lleva su ojo izquierdo tapado con un parcho de pirata negro y luce un sombrero de ala ancha, cual personaje de una película detectivesca.

Al estrecharle la mano, se espera una voz dura, misteriosa, pero entonces suelta la melodía. Con una sola palabra, destruye todo el estereotipo de ese personaje que lo adorna y comienza a aflorar su historia.

“Hay un refrán viejo que dice que hay que hacer de tripas corazones, así que a mal tiempo buena cara, con un ojo menos, pero...”, dice.

Mientras estaba inmerso en la grabación de su primera producción discográfica, Mala herencia, la cual sale al mercado a finales de mes, García López sufrió un accidente en su ojo izquierdo mientras pescaba con su novia. Los médicos trataron de salvarle el ojo, pero no pudieron.

“Esto me ocurrió en medio del proceso de terminar el disco y, al mes del accidente, ya estaba grabando otra vez en el estudio con dolor y todos los dilemas”, cuenta el artista.

Esa ausencia de visión cambió la manera en que estaba armando su álbum debut. Fue en ese periodo que finalmente pudo dar con lo que quería para su propuesta musical: una rica fusión de ritmos en que predomina el reggae acústico y la percusión afrocaribeña.

“Después del accidente, tuve tiempo para revisar los temas y en todo ese tiempo de recuperación tuve como una iluminación”, cuenta. “Ya yo tenía el oído bien desarrollado, pero ahora definitivamente escucho muchísimo mejor que antes”, agrega.

Y tiene razón. Su primera producción, Mala herencia, cuenta con 11 temas musicales en los que demuestra su versatilidad artística, así como su gran dominio, al componer canciones que sacan al escucha de la ruta de las melodías trilladas. En torno al título del disco, que es tomado de una de las canciones de la producción, explica que parte de lo que muchas generaciones han recibido como herencia.

“Son todas aquellas cosas confusas, que no están claras, que laceran nuestra existencia, nuestro paso por la vida y que de una u otra manera nosotros la cogemos heredadas del comportamiento colectivo... La única manera de despedirte de esa mala herencia es con la buena vibra, con la buena herencia”, apunta.

El primer sencillo del disco, Te siento –un reggae fusionado con son y bomba–, es solo una muestra de esa “buena herencia” del vocalista. Esta canción ya se puede conseguir en diversas tiendas digitales. Además, cuenta con un vídeo musical que fue dirigido por Javier Colón para Spanglish Films. Mala herencia cuenta con una variedad de ritmos que van del reggae, a la nova trova, a la salsa, el rock, a la música folclórica tradicional.

García López comenzó en la música desde que era un niño. Estudió composición musical en el Conservatorio de Música de Puerto Rico, a la vez que estuvo en varias agrupaciones musicales y llegó a colaborar con diversos cantautores. Además de cantar y componer, el artista interpreta la guitarra, el piano y la armónica.