Para comenzar la celebración musical, el salsero quiso un destino con un significado muy especial. Y en ese sentido, no dudó en que se tratara de República Dominicana, una tierra que en sus inicios lo sorprendió con la acogida a su propuesta artística en tiempos en los que el merengue era el rey de la casa. 

“Queríamos tener un país emblemático como este para abrirlo”, recuerda el artista, quien la noche del viernes inició su serie de conciertos “40... y contando” en el Gran Teatro del Cibao, en Santiago. “La primera vez que vine fue un reto. Cuando vine por primera vez todo el mundo decía ‘tú estás loco, ¿a qué tú vas para allá si los salseros no tienen cabida?’ ”, recuerda el Caballero de la Salsa. 

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Pero la reacción del público fue contraria a lo esperado en lo que fue su primera presentación musical, en un evento para el que el merenguero -y amigo- Johnny Ventura lo contrató en ocasión del Día de las Madres. De aquél día, que sitúa en la segunda mitad de la década de los 90, todavía valora la aceptación del público. 

“Yo llegué aquí y cuando salí a cantar esa tarde, esa noche, yo canto todo: las viejas, las nuevas y las que venían, y me di cuenta de que parece que lo que yo hacía gustaba. No estaba pegado, pero sí me conocían”, expresa el intérprete de éxitos como Te propongo y Perdóname, quien repitió su velada musical el sábado y ayer en el Teatro Nacional Eduardo Brito, en Santo Domingo. 

Del público dominicano admira “su carisma, su entusiasmo, su alegría, son gente tan espontánea y tan alegre”, comenta. “Desde que tú entras por ese aeropuerto, tú sientes esa alegría natural”, agrega el también esposo de la presentadora y modelo Alexandra Malagón, cuyas raíces dominicanas lo acercan más al vecino país. 

“La familia y los amigos de Alexandra me acogieron como parte de la familia”, celebra. “Me tratan como si me conocieran de toda la vida. Hace cuatro años, un poquito antes o un poquito menos, decidimos pasar la primera Navidad aquí. Es una cosa hermosa. De hecho, en casa de Johnny Ventura pasamos una Nochebuena”. 

Admirado en su tierra 

Uno de los mayores logros que agradece el vocalista es contar con el apoyo de su gente boricua. 

“Es un privilegio”, valora, mientras da paso a los recuerdos. “Empecé en el (año) 77 como profesional”. Pero como solista, su debut fue un 2 de agosto de 1986. 

“Fue en un lugar que siempre recuerdo con cariño, que se llamaba Lomas del Sol Night Club. Era un lugar que funcionaba con bailables todas las semanas, viernes y sábado, en Aguas Buenas”. 

Para el artista, mantenerse por cuatro décadas en la aceptación del público tiene que ver con “ser auténtico”. También, en tomar riesgos. 

“He tomado decisiones que la mayoría de la gente piensa que no son correctas, que te vas a fastidiar, para hablar en claro, que tú estás loco, pero como yo siempre he sido un poco discreto en las cosas, entonces no hago mucho escándalo. Yo simplemente tomo las decisiones, camino, y cargo con mi responsabilidad”. 

Por otro lado, el artista confiesa que lo que más agradece de su carrera musical es “el apoyo de mis padres. Cuando yo empecé siendo un niño, yo tenía 14 años, mis padres nunca me dijeron ‘no te metas’. Tú sabes cómo se ponía la gente y eso yo lo agradezco mucho porque ahí fue cuando yo empecé con la seguridad de que si yo tenía éxito o fracasaba, por lo menos tenía el apoyo de ellos”. 

En Puerto Rico, “40... y contando” se presentará el próximo 17 de febrero en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. 

La gira incluye países como Costa Rica, Panamá, Canadá y Estados Unidos, entre otros, donde el intérprete de música tropical aspira seguir llevando su calidad artística.