El cantante Lalo Rodríguez repasó la noche del sábado sus años de gloria en el género de la salsa en el espectáculo Mi trayectoria, que sirvió, además, para advertirles a sus seguidores que aún le queda voz y sabor rítmico para su regreso a la música.

Seguramente, el público salsero resintió no poder bailar con libertad en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de San Juan; no obstante, por más de tres horas, los que casi llenaron el recinto disfrutaron y cantaron los éxitos de los años 70, 80 y 90 del artista.

La velada, que combinó la salsa y el bolero, fue similar a un encuentro entre viejos amigos, pues el vocalista contó anécdotas, recordó sus logros y explicó el origen de los temas.

En su viaje musical, Lalo Rodríguez rememoró las épocas en que colaboró con el músico Eddie Palmieri, la orquesta de Tommy Olivencia, la banda Puerto Rico All Stars y su etapa como solista.

El cantante aprovechó también el escenario para celebrar que en estos momentos las drogas son un asunto del pasado y para pedirle perdón a su esposa, Wanda Torres, con quien restableció su relación tras enfrentar la justicia por un caso de violencia doméstica.

Desde las 9:00 de la noche, se escuchaba el sonido de la clave en señal de que querían ver al artista justo en la hora pautada del concierto. Pero 15 minutos después, Lalo Rodríguez apareció en el centro del escenario e inmediatamente recibió un fuerte aplauso de un público que no lo pensó dos veces para levantarse de sus sillas. Fue una calurosa bienvenida.

“Espero que sea una noche inolvidable para todos. Gracias por regalarme el honor de su presencia”, dijo el intérprete, de 54 años, quien estuvo acompañado por una orquesta de 15 músicos, dirigidos por Manuel García.

Nada de ti inició el repertorio de 23 canciones que contaron con el talento de un grupo de bailarines. El espectáculo tuvo un orden cronológico al comenzar con composiciones como Nunca contigo, de la época en que formó parte de la orquesta de Eddie Palmieri en la década de los 70.

“Arranqué con el pie derecho porque nos ganamos un Grammy”, dijo en referencia al éxito del disco The Sun of Latin Music.

De los años en que estuvo junto con Tommy Olivencia, el cantante interpretó Vengo del monte, mientras se paseaba por una escenografía sencilla con cinco columnas y unas luces que simulaban estrellas, que pretendía recordar el ambiente de sitios de baile como el Club Tropicana, como señaló.

Entre las muchas conversaciones con sus fanáticos, Lalo Rodríguez habló sobre sus esfuerzos para lucir bien, después de los altibajos de los últimos años.

“Cuántos se alegran de que sea transparente (mostrando una botella de agua). No hay cosas imposibles, sino hombres incapaces”, dijo al señalar que el alcohol y las drogas no forman parte de su vida.

En su recorrido, el artista hizo otra parada en los años 80, cuando decidió probar suerte como solista. Del disco Simplemente Lalo, escogió canciones como la salsa Si no hay material y el bolero La última. En este último se lució con su interpretación.

“Me tienen temblando”, confesó por las veces en que la gente se ponía de pie o le gritaba: “Usted es el caballo” y “Eres el mejor”.

Después de un descanso, en el que dejó a uno de los bailarines recitando poesía negroide, el cantante retomó el escenario con Las mujeres y Máximo Chamorro, de los más aplaudidos por el público.

“Hace un par de años estuve envuelto en una disputa con mi esposa y públicamente le pido perdón. Gracias por ser una mujer comprensiva y tolerante en 30 años que llevamos juntos”, comentó mirando a su esposa.

El tema Ven, devórame otra vez, uno de los más conocidos, lo escogió para cerrar la década de los 80 y luego repasar los 90, cuando tomó una pausa musical.

Mi trayectoria finalizó con Jamás olvides, el último tema que el público escuchó en la radio, según dijo, en el 1997.

Pero lo nombró como el último como parte de un decir, pues se despidió con la promesa de regresar a esa misma tarima con un disco nuevo que podría lanzar este año.