Nueva York- "¡No puedo quedarme en casa, no puedo permanecer en la escuela! Mis viejos me dicen: '¡Pobre tontuela!'''.

A la pionera del punk Joan Jett no le importa que la consideren una vieja. La "chica salvaje" del escandaloso himno "Cherry Bomb" acoge el paso del tiempo y, a los 56 años, disfruta de su papel como modelo de conducta para jóvenes rockeros.

El jueves por la noche, la emblemática cantante y guitarrista, acompañada de amigos famosos y jóvenes seguidores, tocó la guitarra estruendosamente al ser nombrada Rockera del Año en el jubiloso evento benéfico de Little Kids Rock.

Alice Cooper presentó el premio. También estuvieron presentes Billie Joe Armstrong y Tommy James, quien canto "Crimson and Clover" con Jett.

La nominada al Salón de la Fama del Rock and Roll para el 2015, quien cofundó el influyente grupo The Runaways a los 16 años, pasó décadas ahuyentando a hombres de la industria musical que desairaban y humillaban a las féminas del rock. Aunque las barreras no han caído completamente, "hay niñas tocando rock 'n' roll en cada ciudad a la que voy", dijo Jett en una entrevista a Prensa Asociada.

Por estos días, la filosofía fiera de Jett es más afable: agradece tus bendiciones; acepta los retos; encuentra tu pasión; honra a tus padres; "sé amable sin aceptar que se aprovechen de ti".

"Soy muy segura en algunos aspectos. También soy muy tímida", confesó la mujer que se pavonea por el escenario con las fosas nasales dilatadas y las cejas arqueadas, ablandadas por un guiño o una sonrisa irónica.

La crisis y la tecnología posterior a los 80 terminaron por colocar "I Love Rock and Roll" en las pistas de baile. Pero el patetismo intransigente de Jett sigue rugiendo entre las nuevas generaciones.

"Es la reina del rock; la he estado escuchando toda mi vida", dijo la cantante y compositora de 17 años Tsi Shaffer, de Jersey City, Nueva Jersey. "Es un ícono porque es una mujer tan fuerte".

Little Kids Rock, que provee instrumentos y clases a escuelas de bajos recursos, hace que jóvenes rockeros quieran seguir por el camino de la educación.

Los padres de Jett le compraron una guitarra de 30 dólares cuando tenía 13 años. Su profesor la vio raro cuando quiso rocanrolear. Pronto aprendió a hacerlo por sí misma.

"Cuando uno es un chico uno es inocente y cree que puede conquistar el mundo. Uno no piensa en los obstáculos", dijo la artista.

Aun así, reconoció que fue "aterrador" cuando 23 compañías disqueras rechazaron su primer álbum como solista.

El rechazo terminó siendo una "bendición", pues llevó al productor Kenny Laguna y su esposa a poner todos sus ahorros en el sello Blackheart Records.

Jett comenzó vendiendo su disco de vinilo directamente "del maletero del auto".