Justin Bieber ha cogido seriedad en los últimos años. Con su último disco, Purpose, el artista canadiense se alejó del estilo juvenil que lo hizo famoso, presentando un grupo de canciones dirigidas a un público más adulto. Así lo estableció desde el lanzamiento del primer sencillo, Sorry, que se convirtió en todo un éxito.

Al salir ese tema fueron muchos los que pensaron que el cantante pretendía disculparse de todos los escándalos que lo habían rodeado en tiempos recientes, como manejar ebrio por  Miami, tirar huevos a la casa de un vecino en Calabasas, California, y haber abandonado a un mono bebé en Alemania. 

Justin  se crió prácticamente ante la mirada del público, ya que las primeras imágenes suyas que fueron conocidas ocurrieron cuando vivía en Canadá, su país natal, y tenía 12 años. Su madre, Patricia Mallette, fue quien comenzó a publicar vídeos del joven cantante en YouTube, en los que  interpretaba versiones de temas de otros artistas.

Desde el 2008, cuando Justin firmó un contrato discográfico con Island Records, la historia es otra. 

Pero sus seguidoras puertorriqueñas tuvieron que esperar para ver a su ídolo, ya que la primera vez que vino a la Isla fue en 2013, con su gira Believe Tour. Para entonces tenía 20 años y ya comenzaba a dar de qué hablar, no solo por su música, sino también por su comportamiento, pues ese año fue acusado de vandalismo en Brasil.

Pero Justin regresa hoy al país con su nueva gira Purpose World Tour, que presentará en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Ahora sus fanáticas locales podrán  ver en vivo a un Justin más maduro. Fuentes de Primera Hora, que trabajaron en el primer espectáculo que hizo el artista en el País, aseguran que su madurez es evidente, pues una de sus prioridades a la hora de desarrollar el concepto de la gira era que fuera lo más grande que ha presentado al momento en cuestión de recursos escénicos.

Las peticiones que hizo el cantante también contrastan con las de la otra ocasión, que todavía reflejaban la etapa adolescente en la que aun se encontraba. Cuando vino la primera vez pidió una mesa de ping pong y un sagway (vehículo de dos ruedas).

Para el camerino

Sin embargo, en las peticiones de esta ocasión no hay ningún requisito de ese tipo de entretenimiento, sino más bien están enfocadas en lo que ingerirá. En ese aspecto Justin pidió agua embotellada, haciendo la salvedad de que no fuera de dos marcas muy populares. Especificó en un agua alcalina y   agua de coco orgánica. Aguas con vitaminas, bebidas energizantes de una popular marca, leche de proteína con sabor a vainilla, leche orgánica, jugos exprimidos que no sean verdes, una variedad de té  que incluyera el Throat Coat (que suelen usar los cantantes) y la bebida fermentada Kombucha, de diferentes sabores. En cuanto a bebidas alcohólicas, el cantante solicitó tequila y varias marcas de cerveza que incluyera una local. 

Las meriendas también siguen la línea saludable, mayormente con una selección de bandejas de frutas y frutas secas orgánicas; nueces orgánicas, una bandeja de vegetales, pavo orgánico y quesos como el provolone y el colby, entre otros. 

Pero también incluye antojos como pop corn con sabor de queso blanco cheddar, chocolates surtidos de una marca en específico, chicles con sabor de melón de agua, bolsas de papitas y dos cereales muy populares entre los niños.

En cuanto al camerino, Justin no exigió nada extravagante. Pidió que tuviera un sofá, pero no pidió un color en específico, tres mesas de seis pies, un espejo de cuerpo entero y una nevera grande que tenga la puerta de cristal, entre otras cosas.

El Purpose World Tour, comenzó el 9 de marzo de 2016 en Seattle, Washington, y desde entonces se ha presentado en alrededor de 58 ciudades de Estados Unidos. También ya pasó por Canadá, otros países de Europa y América Latina, Australia y Nueva Zelanda. 

Debido a que el concierto fue diseñado para estadios, Puerto Rico verá una versión especial por presentarse en un coliseo. El productor del evento, Alejandro Pabón, aseguró que el público verá un espectáculo tres veces superior al primero que ofreció el artista en la Isla.