Un fotógrafo de 29 años acababa de registrar las imágenes del exótico Ferrari blanco de Justin Bieber cuando lo arrolló un auto y le causó la muerte, lo cual reavivó el debate sobre los peligros que enfrentan los paparazzi y los que pueden provocar a las celebridades que persiguen.

El accidente llevó a que algunas estrellas, entre ellas el mismo Bieber, pidieran nuevamente el miércoles leyes más estrictas para controlar a los fotógrafos, aunque otras exhortaciones similares han chocado con las leyes de libertad de expresión.

La oficina forense del condado de Los Angeles confirmó el jueves que el fotógrafo muerto era Christopher James Guerra. Las autoridades desconocían la ciudad en la que nació, dijo el forense Larry Dietz.

En un comunicado Bieber dijo que dedicaba sus oraciones a la familia del fotógrafo. El cantante no estaba en el Ferrari el martes.

"Esperamos que esta tragedia inspire una legislación contundente y los pasos que sean necesarios para proteger las vidas y la seguridad de las celebridades, los policías y las personas que inocentemente están en los lugares donde ocurren estos incidentes, así como los mismos fotógrafos", dijo Bieber en un comunicado publicado por Island Def Jam Music Group.

La muerte causó conmoción en Hollywood. Miley Cyrus criticó en varios mensajes en Twitter las acciones de los paparazzi y sostuvo que se trataba de un accidente que ocurriría "inevitablemente".

"Espero que este accidente con el paparazzo y JB lleve a algunos cambios", dijo Cyrus en el sitio de microblogueo. "¡Los paparazzi son peligrosos! ¡¿La princesa Di no fue una llamada de advertencia suficiente?!"

Desde hace más de una década es habitual ver a los paparazzi deambulando por las calles del sur de California, pues buscan imágenes exclusivas que pueden vender por cientos de miles de dólares a las revistas de la farándula.

Algunos fotógrafos sensacionalistas veteranos recordaron incidentes en los que los paparazzi han resultado heridos persiguiendo a las celebridades, pero no había ocurrido uno en el que un fotógrafo muriera trabajando.

"Me sorprende que no haya pasado antes en el estado de California", dijo Giles Harrison, un fotógrafo de celebridades y propietario de London Entertainment Group.

Harrison conoce el repudio a los paparazzi. El y otro fotógrafo fueron sentenciados a prisión por forcejear con Arnold Schwarzenegger y su familia cuando el actor estaba sentado en su camioneta Hummer en 1998.

Tomando en cuenta ese incidente y la muerte de la princesa Diana, los legisladores del estado aprobaron la primera medida contra paparazzi un año después. La ley creó fuertes sanciones civiles que podrían ser pagadas a las estrellas cuya privacidad es violada.

Hace seis meses un fotógrafo fue acusado de conducir imprudentemente en una autopista al perseguir el auto de Bieber y de violar otra ley estatal de 2010 que aumentaba los castigos para aquellos que conducen imprudentemente en busca de fotografías con fines de lucro.

Pero un juez desestimó el mes pasado los cargos por la ley de paparazzi argumentando que iba en contra de las garantías de libertad de expresión.

El juez dijo que la ley iba dirigida a las actividades noticiosas protegidas por la Primera Enmienda constitucional y que los legisladores debieron aumentar las sanciones por conducir imprudentemente, en vez de atacar a los que fotografían a celebridades.

Los fiscales de la ciudad dijeron que apelarían el fallo del juez.

La ley fue creada tras la experiencia de Jennifer Aniston, quien relató a un legislador que no podía avanzar en su auto cuando la rodeaba un grupo de paparazzi en la autopista Pacific Coast.

El martes, un amigo de Bieber iba manejando el Ferrari cuando una patrulla de caminos de California lo detuvo por ir a exceso de velocidad en la autopista interestatal 405, según las autoridades.

El conductor, cuyo nombre no fue revelado, recibió una amonestación verbal y una multa, dijo el agente de caminos Vince Ramírez el jueves.

"El fotógrafo evidentemente había seguido al Ferrari" y cuando el auto fue detenido, se estacionó y cruzó la calle para tomar fotos, dijo el detective de la policía de Los Angeles Charles Walton.

Harrison expresó la esperanza de que las celebridades y los paparazzi reflexionen sobre sus acciones para evitar nuevos incidentes como el de Guerra. Ninguna fotografía vale una vida humana, dijo.

"Todos quieren ser el primero en tener la imagen, todos quieren tener la exclusiva", dijo Harrison. "Pero al final de cuentas no puedes gastar ese dinero si estás muerto".