La interpretación del tema musical de The Sound of Music –que, en su momento, consagró a Julie Andrews– que hizo Lady Gaga en los Premios Oscar fue impecable, espectacular y emotiva. Cantó como una mismísima soprano y lo hizo tan bien, que no solo le mereció una ovación de pie, sino una felicitación muy sincera y emocional por parte de la propia Andrews.

Pero, si sabemos que Lady Gaga es una cantante profesional, si llevamos años, escuchándola cantar y comprando sus producciones discográficas; si sabemos que es una artista versátil con un registro impresionante… ¿por qué, a estas alturas, todavía estamos sorprendidos por esa interpretación en particular?

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Muchos opinan que se debe a que, para variar, Lady Gaga se presentó como persona… no como un personaje. No nos apantalló con un vestuario estrambótico para complacer a sus “monstruitos” ni trató de hacer un “statement” políticosocial, como cuando usó un traje hecho todo de carne cruda. En fin: no antepuso sus excentricidades a su talento.

Muy por el contrario, Lady Gaga se limitó, sencillamente, a hacer un extraordinario despliegue de su registro musical. Dejó que su voz –en lugar de su cabello pintado de colorines, un vestuario ridículo o unos zapatos estrafalarios– hablara por ella.

Por eso, todos la vimos bajo otra luz, en otra dimensión. Y nos dimos cuenta de que no es meramente una performera musical, sino una cantante redomada.

Pero, la realidad es que no debíamos habernos sorprendido tanto por su presentación en los Premios Oscar. Después de todo, ella lleva desde el 2011 colaborando con Tony Bennett, cantando melodías que son clásicos de la música pop moderna. De hecho, Gaga y Bennett interpretaron la canción “Cheek to Cheek” en los Premios Grammy de este año y dicho álbum fue premiado como el álbum pop tradicional del año. 

Más aún, quienes la conocen por su verdadero nombre de Stefani Germanotta, saben que desde que era estudiante de la NYU, Gaga tenía un vozarrón de “usted y tenga”.

Lo que ocurre es que lo que escandaliza y choca tiene mayor impacto… y se recuerda mejor. Y, del saque, Lady Gaga no quiso ser una buena cantante, pero del montón. Ella quiso –y  logró ser– una estrella. 

Lady Gaga apostó a seguir los pasos de estrellas como David Bowie, Alice Cooper, Kiss y Marilyn Manson –y ahora, también, la cantante australiana Sia–  que rompieron moldes y escandalizaron con payasadas y excentricidades para asegurarse un sitial en el firmamento de estrellas musicales.

En fin, habrá que ver ahora si con la asombrosa acogida de su interpretación de “The Sound of Music” Lady Gaga opta por gravitar hacia otros géneros musicales… o si volverá a presentarse de manera chocante, vestida de basura o embadurnada de brea. 

A continuación recordamos algunos artistas que, al igual que Lady Gaga, se destacan tanto por sus excentricidades como por su talento.