Humacao. La cantante Ednita Nazario tiene de nuevo la premura de plantearse retos y cosechar éxitos desde la Isla para dejarle saber al mundo que “estamos bien”, sobre todo ahora que palpa una consciencia de pueblo renovada.

“Que la gente sepa que estamos aquí y que estamos bien, y que si nos comprometemos este país va a seguir siendo un paraíso mejor de lo que era antes de (huracán) María”, dijo la artista ayer antes de avivarle las ilusiones a los estudiantes de la Escuela Libre de Música de Humacao, entregándoles una amplia colección de instrumentos musicales donados por la Fundación Cultural Latin Grammy y la Ford Fund.

Mañana se cumple un año del paso del huracán que cambió la historia moderna de Puerto Rico, María, y al observarlo ahora a la distancia reconoce a un pueblo fortalecido, solidario, con nuevas ganas de cuidar lo que lo distingue del resto del mundo.

“He tenido la oportunidad de hablar con mucha gente, de pasear bastante, y creo que hay un despertar de conciencia de país, de conciencia de pueblo, de visión, de reinvención, no de reparación, sino que la gente ser atreve ahora a plantearse la vida desde otro punto de vista”, expuso desde el teatro de la Escuela de Bellas Artes de este pueblo de la zona este, uno de las más afectadas por el evento atmosférico.

“He notado más espiritualidad, más solidaridad, más apreciación del tiempo y del espacio, más amor por lo que es nuestro verdaderamente y espero que todo esto se traduzca en un mayor compromiso con la calidad de vida nuestra”.

Para la propia artista este año le ha permitido un mayor acercamiento a su patria, atraída por diversos compromisos artísticos, como fue su concierto íntimo en Vivo Beach Club y próximamente sus participaciones en el KQ Live Concert (5 de octubre) y en el musical Mamma Mia!. 

“Ahora tengo más urgencia de lograr las cosas y de hacer las cosas aquí”.

La cantante ponceña fue la mensajera que entregó a las manos de un grupo de estudiantes del plantel una variedad de instrumentos musicales, cuyo valor se estimó en $24 mil, para garantizarles la continuidad de su formación.

Resaltó la importancia de que permanezcan abiertas y surjan otras escuelas especializadas para desarrollar la cantera de talentos que se encuentra en todas partes de la isla, e instó a un compromiso individual y colectivo para lograrlo.

“Aquí a veces, lamentablemente, no se le da el espacio y el apoyo que se necesita para desarrollar los grandes potenciales, y creo que eso es un error”, subrayó la ganadora del Premio Latin Grammy a la Excelencia Musical en el 2016.

“El mundo sin música no es mundo. No existe el mundo si no hay música, entonces para mí la música es tan esencial como la comida, el agua, el aire, y Puerto Rico siendo un país tan musical, donde nuestra manifestación cultural se recuesta mucho sobre la música. Es inevitable que haya criaturas que se críen con música a su alrededor y que ese sea su llamado”.

Ocupando una silla en medio del escenario del teatro, mientras los estudiantes la escuchaban atentos, Ednita reconoció lo cuesta arriba que es levantar una carrera musical: “a veces es como hablar chino en una familia”, comentó sobre la resistencia que se encuentra desde el hogar, pero no es lo suficientemente imposible para no intentarlo. 

“De aquí, seguramente, van a salir muchachos que nos van a hacer sentir muy orgullosos, de la misma forma que hay profesionales que nos hacen orgullosos en la ciencia, en los deportes…”.

Con el coro y banda de la escuela interpretó dos de sus canciones, Soy tuya, dedicada a Puerto Rico, y Están lloviendo flores.

“Donna” es su alma gemela

Ednita habla de su protagónico en el musical Mamma Mia! y es más lo que se ríe que lo que dice. Está feliz. Con “Donna”, personaje que interpretó Meryl Streep para el cine, comparte mucho más que los cabellos rubios.

“Donna es mi alma gemela en muchos aspectos”, compartió. “Era rebelde, le gustaba el rock, tiene una obsesión con su hija, digo, yo sí sé quién es el padre de mi hija, pero había una conexión, además de que me encanta la música de Abba y la historia es bien divertida. Creo que necesitamos ese tipo de experiencia, porque la música de Abba es alegre, eleva el espíritu”.

Presentado por la Fundación Arturo Somohano, el musical subirá a escena el 26, 27 y 28 de octubre, en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes en Santurce.