Ninguna madre que ame a sus hijos está  preparada para su partida de esta tierra antes que ella. Ese es el sentir de Edith Perales, madre del rapero Mexicano, quien ahogada en llanto confiesa  que una parte de ella se ha ido con la muerte de su  vástago.

La procreadora del artista, que  fue vencido este jueves por un  cáncer terminal  de garganta, revela en entrevista con Primera Hora que dos días antes del deceso de su cría, conversó por teléfono con él y éste le dijo que sentía mucho dolor.

“Él me dijo que estaba con  mucho dolor  y hablé con la enfermera. Le dejaron saber que  por la mañana lo iban a ver, porque le estaban  saliendo abscesos (en la garganta) porque la masa (cancerosa) era tan grande, y eso,  no iba a parar. El miedo era que le causara  un paro respiratorio. Él tenía cita para  quimioterapias”, cuenta compungida. 

Ahogada en llanto, indica que en esa conversación telefónica le dijo a su hijo: “Yo te amo. Y él me dijo:  ‘Yo te amo más’.  Pero, nunca pensé que se me iba  a morir tan pronto”. 

Edith Perales, quien había regresado hace varios días al estado de  la Florida, donde reside,  para asistir  a sus citas médicas de seguimiento tras llevar un  tiempo al cuidado de su hijo en Manatí, arribó a Puerto Rico ayer, viernes, a eso de las 2:00 de la tarde.

Sin casi poder hablar por el dolor reflejado a través de sus palabras, compartió que Israel Perales Ortiz, nombre de pila del exponente urbano, “me tenía una confianza grande y era  mi brazo derecho, él era mi vida. Y parte de mí se murió con él”. 

“Me siento  con un vacío y que no lo puedo explicar, que Dios me perdone  pero yo soy  madre ante todo, respeto la voluntad de Dios  y mi fe es tan grande en ese padre, pero   se me está haciendo difícil soltar esa parte de mi vida que cargué por nueve  meses”, dice. 

Cuenta que Mexicano en medio de la enfermedad luchó hasta el final sin perder la fe. 

“Él luchaba y me decía que le iba  a ganar al cáncer. Y yo le decía: ‘Pucho, no te  des por vencido,   tú eres mi guerrero   y  lucha hasta el final. Él  luchó hasta el final y ahora está  en paz con Dios”, detalla.

La dinámica con su hijo  fue una de apoyo y su meta fue en todo momento “hacerlo reír porque yo no me quería despedir con lágrimas  ni tristezas, sino darle un apoyo moral para que estuviera motivado”.

En las conversaciones que  solía tener con el cantante, él le comentaba sobre la muerte que “lo único que siento es morirme y no verte más. Y yo le decía: ‘No pienses así,  porque tendré un angelito cuidándome’”. 

En los últimos días que compartió con su retoño, revela que “yo me sentaba en su cama de noche y él ponía la cabeza  encima de mi pecho y gritaba,  y me decía: ‘Mami  ayúdame  que no aguanto este dolor’.  Y yo  lo sobaba hasta que se quedaba dormido. Muchas veces  uno quisiera tener una magia que tocara ese dolor  y desapareciera, pero el cáncer es algo que cuando  da dolor no hay forma de salvarse”.

Sobre la carrera musical de Mexicano, con orgullo indica que siempre lo  respaldó desde que despuntó a los 18 años. Narra que él componía los temas y ella se los pasaba a maquinilla en esa época. Hasta lo aconsejaba sobre su carrera. 

“Él no fue  rapero nada más, él cantaba balada y  tenía talento”, precisa. De su hijo, quien  tuvo sus altas y bajas a nivel personal, dice que “él  tenía  un corazón bello, bello y las personas que no conocieron ese corazón se perdieron algo bien bonito”.