Cuando Melina León presentó en 1997 la canción Mujeres liberadas, de inmediato se convirtió en un grito de guerra para el público femenino.

Recuerda que para entonces, entre todas las voces dentro del género tropical, no había un tema que les sirviera de bandera a las mujeres.

“Éramos muchas exponentes en el género y muchas de las canciones que había no se parecían en nada, no había una canción que fuera pro mujer. No había una canción como el club de las mujeres liberadas, eso fue lo que impactó”, recordó.

A 20 años de aquel lanzamiento del tema que todavía ocupa un espacio importante en su repertorio, la intérprete vuelve a poner su voz al servicio de las mujeres -y de los hombres también- que necesiten soltar cualquier sufrimiento para, simplemente, vivir.

Dicen que yo soy mala es el título de la nueva apuesta musical, una que acompaña con la imagen creada por J, Howard Miller en 1943 como un estímulo durante la Segunda Guerra Mundial y que posteriormente, en la década de 1980, fue reproducida con la campaña “We can do it!” en honor a la mujer trabajadora.

“Quiero que quien se ponga el pañuelo (rojo) sienta que es una mujer fuerte, liberada, y que las mujeres se identifiquen”, detalló. 

Sobre cómo ha evolucionado la mujer en las pasadas dos décadas hasta el presente, comentó que ahora gozan de una mejor autoestima, “somos más luchadoras, no tenemos miedo a contar las cosas que nos pasan, si somos maltratadas, si estamos pasando por situaciones difíciles, lo hablamos. Siempre hay personas que se quedan calladas, pero es el mínimo”.

Ella, igualmente, se reconoce como una mujer mucho más fuerte y lo denota en su interpretación.

“Desde chiquita crecí haciéndome fuerte porque la vida te da cantazos y tú te pones fuerte, y desde que comencé mi carrera, con esta industria que es pro hombres, que es machista, uno coge cantazos, a la misma vez en la vida personal, y cada cosa que me ha pasado en la vida hace que cada vez que canto una canción tenga más emoción, porque la que canté hace 20 años no la canto con el mismo feeling de ahora, es diferente”, reconoció.

El tema, compuesto por José “El Profesor” Gómez, Christian Daniel, Yaidelice Monrouzeaud y la propia Melina León, ya se puede escuchar en versiones de merengue y pop urbano.

La artista grabará mañana en el Viejo San Juan el vídeo que acompañará este sencillo, que formaliza su nueva alianza con la firma de manejo y producción, Bella Records.

Este lanzamiento lo comparó con el inicio de su carrera en solitario, cuando debutó bajo el desaparecido sello discográfico Tropix.

“Es como volver a vivir ese comienzo”, comentó.

Melina León busca mantener su presencia en los escenarios locales, como lo ha hecho por todos estos años en fiestas públicas y privadas, pero su norte está fijado en otros puntos de Latinoamérica que aún no ha salido a explorar.

Su interés, además de observarlo como un paso lógico en su trayectoria, es consecuencia de la crisis en la economía local.

“Todo el mundo está en crisis, la cosa está mala para todo el mundo. No hay presupuesto en los municipios para nosotros los artistas, igual con las industrias privadas. La economía es menos y están buscando un mejor precio, y muchos grupos nuevos que cobran menos que los artistas establecidos dañan el mercado para nosotros, y a la hora de la verdad es una cadena y esa es una de las razones por las que quiero trabajar fuera de Puerto Rico, en otros países donde todavía los artistas podemos llegar a la gente y podemos expandirnos”, expuso.

Enchulá del rol de abuela

Si por ella fuera, Melina León detendría el tiempo para gozarse a cabalidad el desarrollo de su primer nieto, Manuel Andrés, de un año y medio de nacido.

“Es volver a ver mi hijo chiquito, pero con más intensidad, porque como no lo tengo 24 horas, el tiempo que tengo con él lo maximizo, me disfruto cada cosita que hace”, compartió sobre lo que está viviendo con el fruto de su hijo Manuel A. Felípez Aponte.

“Ya mi hijo está grande, es un adulto, pero yo quisiera que el tiempo se parara y no creciera, y tenerlo ahí todo el tiempo”, agregó.

Describió a su nieto como un niño alegre, aunque con un carácter bastante definido y muy musical.

“Es algo que me da vida, me dan ganas de despertar todos los días, porque sé que está él ahí”.