Ponce. Dieter y Marina Ulrich se enamoraron de la salsa desde los años 80 y, desde entonces, no han dejado de disfrutarla.

Pero no fue en Puerto Rico donde aprendieron a bailarla y apreciarla. Ni siquiera en Nueva York. Fue en Alemania, su tierra natal, y desde allá llegaron hasta Ponce para gozarse el Cuarto Aniversario de la Salsa que organiza la emisora radial SalSoul 99.1 y que se llevó a cabo hoy en el estadio Francisco “Paquito” Montaner.

“La salsa no es solo música. Es algo más. No sé qué es, pero es algo más”, dijo Dieter en un español condimentado con su acento alemán, al conversar con Primera Hora.

 “Unos amigos de Aguadilla que conocimos en Alemania nos invitaron por primera vez a Puerto Rico en el 1992 y desde ahí nos enamoramos de este país y de su música”, contó, por su parte, Marina, quien dijo que tan pronto supo del evento, organizó el calendario para poder estar en Puerto Rico en el mes de junio.

A pesar de que el estadio no se llenó a capacidad, las miles de personas que asistieron desafiaron el candente sol desde tempranas horas de la mañana para disfrutar de una velada llena de ritmo y alegría.

Orlando Archeval y su esposa, Dimpna Ginel fueron de los primeros en cruzar los portones 

 “Somos de aquí mismo, de Ponce, pero no podíamos darnos el lujo de llegar tarde porque perdíamos el ‘spot’”, sostuvo Archeval, natural del Barrio La Cuarta, quien aseguró que vino a ver el esperando encuentro entre el maestro Willie Rosario y Tony Vega.

El Aniversario de la Salsa fue pura música para los pies, la cintura y el alma.

Banquete de Salsa

La fiesta arrancó a eso de las 12:30 p.m. ante miles de personas que llegaron al estadio ponceño desde tempranas horas de la mañana.

Las primeras notas musicales salieron de la orquesta Tito Rodríguez Jr. que le puso sabor a la tarima con una selección de éxitos del “Inolvidable”, como “Mama Güela”, “El que Se fue”, “Colando Siempre Colando”, “Yambú”, “Mulato Rumbero”, el clásico “Avísale a mi contrario” y “La Mulata”, entre otras, interpretadas por Samy González.

Acto seguido, Charlie Cruz dijo presente en representación de la nueva generación y hasta invitó a sus colegas de las bandas NG2 y N’Klabe para interpretar juntos su éxito “Amor de Verdad”.

La adrenalina salsera se elevó aún más con la llegada a la tarima de unos de los homenajeados de la noche, Roberto Roena y su Apollo Sound, acompañado de dos de sus cantantes originales, Papo Sánchez y Sammy “El Rolo” González.

La legendaria orquesta puso a temblar el estadio con “Cui Cui”, “Mi desengaño”, “En Mis Rosales”, entre otras. Ambos cantantes se mostraron bien emocionados de poder volver a compartir tarima con Roena en un evento de esta envergadura.

“Jamás lo soñé. Me pellizco para ver si estoy vivo”, expresó un emocionado González, mientras Sánchez agregó: “Yo empecé a peinarme a las 9:00 a.m. como el rookie aquel que le dijeron que va a tocar por primera vez en el Hotel Condado. Esto es un honor para mí”.

Pasadas las 3:00 p.m., llegaron los de la casa, Papo Lucca y La Sonora Ponceña, con una selección de sus mejores canciones como “Canto Al Amor”, “Canción” y “Ñañara”, entre otras, seguidos por la orquesta de Willie Rosario junto a Tony Vega, que encendieron el Montaner con temas como “Busca el Ritmo”, “Caramelito del Campo” y la inigualable “Lluvia”.

La presentación de Pirulo y la Tribu junto a Olga Tañón llevó la energía a otro nivel con los temas “Ah ah, oh oh” y “Mira Pal Cielo”. El “Piruloco”, además, agregó sus éxitos “Crema crema”, “Lo mío es salsa”, “Loco pero feliz” y “La Lengua”.

“Siempre he dicho que soy cantante de merengue por oportunidad. Pero soy cocola de nacimiento. Me estoy disfrutando este concierto con una nostalgia brutal”, sostuvo la intérprete, quien lleva 25 años viviendo fuera de Puerto Rico.

Abrazo boricua y dominicano

Entonces, cuando no se le pedía pedir más a la tarde, cambiaron la conga y el bongó por la güira y la tambora con la presentación de la orquesta de Joseph Fonseca junto a dos de los máximos exponentes del merengue: Johnny Ventura y Wilfrido Vargas.

“El Caballo Negro” fue el primero en subir a la tarima y el público que esperó toda la tarde para ver su presentación no fue defraudada al escuchar “Patacón Pisao” y “Merenguero hasta la tambora”.

La fiesta culminó con Wilfrido Vargas, quien llegó acompañado de su hija, la actriz y cantante Alina Vargas para interpretar “Volveré” y el eterno éxito “El Africano”.

Tanto Ventura como Vargas fueron homenajeados por la gerencia de SalSoul y fueron sus palabras las que arrancaron los aplausos más sonoros de la tarde.

“No son ustedes quienes tienen que entregarles trofeos a nosotros. Yo pienso que es mi familia Ventura completa la que tiene que entregarle tributos a Puerto Rico, permanentemente. De todos los países del mundo que me han brindado cariño y el que ha bailado nuestra música, Puerto Rico es el que más… 38 años de manera ininterrumpida, desde 1963 viniendo a Puerto Rico. Eso son cosas que no se borran”, dijo Ventura visiblemente emocionado.

Mientras Vargas, también conmovido por el homenaje, recordó sus inicios en la música en Puerto Rico.

“Puerto Rico, tú eres mi orgullo; Puerto Rico, tú eres mi alegría. Cuando Wilfrido Vargas todavía no existía ni me había montado en un avión, Luis Vigoreaux me invitó y Puerto Rico le dijo que sí a aquel palo de fósforo con un afro. Wilfrido Vargas es una hechura del pueblo de Puerto Rico”, sentenció.