Milly Quezada titubea cuando se le pregunta si volvería a ser jurado en un reality show, como lo hizo el año pasado en “Idol Puerto Rico” (Wapa).

“Dependiendo”, fue su respuesta en una entrevista telefónica con Primera Hora.

“Es un tanto difícil desde el punto de vista artístico, desde la perspectiva de un artista para juzgar a alguien que incursiona en el canto. (Ser jurado en ‘Idol’) me dio mucho trabajo; es una presión muy fuerte y más cuando te piden que seas contundente (en tu juicio) porque una sabe, desde el punto de vista de un cantante, que enjuiciar a otro (cantante) es algo muy difícil. No sé si lo haría de nuevo. Ahora, la versión americana la veo con otra perspectiva y tengo empatía con los jueces”, confesó la simpática intérprete.

La merenguera dominicana regresa mañana, jueves, a Puerto Rico para celebrar con su fanaticada las tradicionales fiestas en honor a San Fernando, santo patrón de Carolina. Los festejos, que comenzarán hoy, miércoles 28 de mayo, y que tendrán lugar en el Complejo Deportivo Roberto Clemente, se prolongarán hasta este próximo domingo, 1 de junio. La intervención de Milly pondrá el punto final al evento la noche del viernes, cuando también se presentarán Andrés Jiménez “el Jíbaro”, Juan José Hernández y San Juan Habana.

Con más de 30 años de carrera artística, Quezada se mantiene activa en los escenarios, al punto de que está ansiosa de llegar a Broadway con el musical “Forever Tango”, del productor argentino Luis Bravo. La artista ya participó en la producción, pero solamente en las funciones que se presentaron en su patria y en suelo boricua junto al ex Menudo Johnny Lozada.

“¡Me encantaría volver a aparatarme de los ritmos tropicales!”, dijo entusiasmada. “El productor Luis Bravo tiene planes de llevarla (nuevamente) a Broadway y quisiera que me tuviera en agenda. ¡Me encantó la experiencia! Fue un reto; hice ocho funciones en Dominicana y dos en Puerto Rico”, detalló.

“Al ser obra musical, era intenso. Me enseñó muchas cosas y adquirí un gran respeto (por los artistas). Por dos horas no se habla ni una palabra; es musical y bailable, y las emociones, los altos y los bajos, las pasiones, la tristeza, la alegría… todo se comunica a través de música y baile, ¡y es impresionante! En el caso de (las presentaciones en) Puerto Rico estuvo Johnny Lozada, que bailó y, oh, my God, ¡me quedé pasmada! En Dominicana, (el papel lo hizo) Niní Cáfaro, que cantó, pero no bailó, pero todavía tiene ese ‘punch”, que el público se pone de pie”, afirmó Milly, al tiempo que reiteró: “Definitivamente, me gustaría vivir la experiencia que vivió Gilberto (Santa Rosa)”.

¡Lo que nos espera!

En cuanto a lo que Milly tiene preparado para la noche de este viernes, dijo que será “un repertorio divertido porque lo asumo como una fiesta de patio, de casa”. De paso, Quezada enfatizó lo importante que es para ella la interacción con su público. “Puerto Rico siempre ha estado pendiente de mis quehaceres y me apoyan, cosa que asumo con mucho agradecimiento”.

El ánimo de Milly se nubló por unos instantes cuando le preguntamos cómo se sentía a solo un mes de la partida de su progenitora, doña Australia Quezada Borbón. “Ya yo había hecho una actividad en Puerto Rico, luego del fallecimiento de mi mamá. Fue en Sabana Grande. Ahí fue un poquito difícil cuando tuve que cantar ‘Volvió Juanita’, porque ese tema era su canción favorita. No tuve el valor de cantársela en el sepelio, pero en mi mente estaba todo el tiempo. Y como no pude, la canté en Sabana Grande. Se lo dije al público, que esta era la canción favorita de mi mamá”.

Lo que no les comunicó era lo emocionada que se sentía “porque no quería que mi duelo afectara el ambiente”.