Desde los 5 años soñaba con tener un piano, pero como los recursos económicos en su hogar eran limitados, su madre entonces solo pudo comprarle una pequeña guitarra. 

Fue una especie de romance a distancia la que el cantautor español Pablo López cultivó con en ese instrumento hasta que cinco años después, pudo tener al fin a su amor junto a él. Desde ese momento, el artista no se ha separado del instrumento, que no solo ha sido su eterna pasión, sino además, su manera de sustento desde que era un joven que tocaba en las calles. 

“A los 10 años mi mamá me compró una cama que se metía en un mueble para poder tener el piano en mi cuarto. Cuando sacaba la cama no podía tocar porque la abría y me daba con las teclas en la cabeza. Fíjate que relación de amor con este instrumento desde pequeño. Primero fue mi juguete, luego fue mi desahogo y luego fue mi pan”, afirmó el cantante de 31 años, en su primera visita a Puerto Rico, en la que promociona su primer disco titulado “Once historias y un piano”. 

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Al comparar sus inicios tocando su música en las calles, en el metro o en cualquier espacio que fuera propio para exponer su talento a cambio de dinero, con la vida que tiene ahora, el malagueño afirma que lo único distinto a aquel momento eran las circunstancias. 

“Esto no es mejor ni peor que aquello, es diferente. Es una maravilla poder vivir de la música. Es un sueño que la gente cante sus canciones, que vayas a teatros llenos de gente y te emociones con ellos”, señaló quien ha compuesto temas para artistas como Malú y David Bustamante.

Sobre su disco, cuyo sencillo “Vi” suena en la radio local, detalló que se trata de un trabajo inspirado desde la realidad de historias que veía a diario en las que el piano viene a ser el factor denominador común. 

“Yo cuento historias a mí manera, pero intento contarlas con realidad. Hay temas con amores (románticos), claro, pero estas no llegan al 50%. Hay de todo, amor por la amistad, por la vida. Hay un desamor por la vida, no necesariamente por una persona. Lo que me limité es a contar historias que pasaban a mi alrededor y que yo creo que eran tan atractivas o más que cualquier fantasía romántica que se le pueda venir a uno a la cabeza”, explicó el López, quien se presentó por primera vez en Puerto Rico el domingo pasado durante el festival playero Mojanolah de la La X, en el Gasolina Beach Club, en Arecibo.

El artista, que describe su estilo como uno influenciado por la música británica setentera, el piano de Billy Joel y Elton John y la línea lírica de Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina y Jorge Drexler, destacó que las 16 canciones que componen el disco fueron grabadas con el mismo piano. 

“Yo soy un amante de ese instrumento. Me ha dado de comer toda la vida, desde que tengo 16 o 17 años que he tocado en hoteles, he tocado en bares”, recalcó. 

Al mismo tiempo, recalcó que todos los temas son de su autoría y se expresó feliz de haber trabajado con una empresa disquera, como Universal, que le ha brindado total libertad creativa y ha respetado su trabajo.

Enamorado de Puerto Rico

En su primera visita al país, el intérprete destacó la actitud positiva y belleza del público boricua. 

“Me he enamorado como 344 veces. Uno no desmerece el producto, en este caso, español. Sí, es verdad que la belleza muchas veces no está en el físico, por así dicho, sino en la manera de mirar o de abrazar o de reírte, y no es romanticismo esto que estoy diciendo. Es una realidad. A una persona muchas veces la hace bella la actitud, y yo creo que hay una actitud, aparte de muy cercana en general, muy brillante en ese aspecto, muy emocional. Y a un tipo sensible que escribe canciones eso le da mucha cancha y te enamoras más rápidamente”, sostuvo. 

También señaló que, basado en lo que le habían adelantado algunos de sus colegas, boricuas y españoles, sobre los gustos musicales de los puertorriqueños confía en que pueda conquistar el corazón de este público.

“Soy algo peculiar en el sentido de que quizá no me parezco a nadie, entonces, eso ya es un hándicap. Está bien por un lado, pero la ausencia de comparación a veces es peligrosa porque no sabes dónde ubicarte, pero es necesario que la gente sepa quién eres tú al solo escucharte en cinco segundos. No sé qué esperar en ese aspecto. Es una gran incógnita, pero tengo grandes compañeros que son artistas grandes no solo aquí, también en otros países, que me han hablado del valor que se le da aquí al músico, del valor que se le da a lo real. Y yo de eso, siendo mejor o peor, tengo mucho, siendo lo más real posible”, comentó al asegurar que espera regresar pronto a la Isla a presentarse nuevamente. 

“Mi bandera es la honestidad absoluta en el escenario, y soy muy músico. Si esos son los elementos que aquí cazan, yo creo que a priori sobre el papel, deberíamos llevarnos bien el público puertorriqueño y yo”, reiteró.