Luego de 45 años de trayectoria artística y tras un prolongado tiempo de ausencia de la escena musical, el cantautor Antonio Cabán Vale, El Topo, entendió que ya era hora de reconectar con su público.

Un primer paso en esa dirección fue el concierto El Topo, trayectoria 45 años, que se presentó este sábado en el Centro de Bellas Artes Ángel O. Berríos, de Caguas.

Durante la función, que comenzó cerca de las 9:00 p.m., El Topo hizo un recorrido por sus éxitos más conocidos, compartió de manera relajada con sus fanáticos y bromeó sobre sus quebrantos de salud. 

Al artista mocano lo acompañó su hijo Adeán Cabán, quien precisamente abrió el espectáculo con un popurrí de Tu mano es la mía y Canción del pueblo y la pieza Querida mía.

Tras esta introducción, El Topo tomó el escenario en medio de los aplausos del público, para entonar Traigo en mi voz el cantar. 

"Estoy un poquito nervioso, pero es parte de la entrada. Estoy contento de estar aquí... La música tiene el poder de armonizar las opiniones, las creencias...", dijo el artista al dirigirse al público por primera vez. La reacción de los presentes al escucharlo fue de mucho cariño, con más aplausos y gritos de "Dios te bendiga".

Inmediatamente, el cantante entonó un popurrí de Las manos del campo y Expresa lo que sientes, que fueron muy bien recibidas.

A continuación, deleitó a los presentes con un seis milonguero, otro popurrí de plenas y con los éxitos ¿Dónde vas María? y Amante corazón, que también fueron muy celebradas. De hecho, en Amante corazón tiró unos pasos de baile para beneplácito del público.

Luego de esta primera parte, le tocó el turno al dúo Flor de Viento, que entonó tres temas de El Topo: En un café de estudiante, Velero de amor y la muy recordada Antonia. 

Al volver al escenario, el guitarrista agradeció la presentación del dúo, al que catalogó de muy talentoso. Inmediatamente, entonó una canción nueva, la danza Paraíso de luz. El artista dijo que esta forma parte de una grabación que está trabajando en estos momentos y en las que incluiría otras siete danzas. 

Luego compartió el poema Punta del viento, que según explicó escribió en medio de su actual etapa creativa. Al poema, le dio pasó a la canción Caminando, caminando, que interpretó con su guitarra.

La sección final del concierto contó con los éxitos más recodados de El Topo, comenzando con Solina, Solina. Luego les tocó el turno a Flor de amapola y Verde Luz, que el público aplaudió de pie al finalizar. El ambiente se alegró con Que bonita Luna y con un seis chorreao que cantó acompañado del trovador Edgardo Delgado. Para esta canción, el público se mantuvo de pie.

Hay que destacar que aunque la sala de conciertos no se llenó a capacidad, los fanáticos de El Topo fueron muy entusiastas y se dejaron sentir con aplausos durante la noche. Asimismo, celebraron los chistes que hizo Cabán Vale entre cada canción. Al grupo no pareció importarle mucho que la voz de su artista fuera opacada en muchas ocasiones por los músicos que los acompañaron.

Tras una hora y media de espectáculo, El Topo lució feliz de haber compartido nuevamente con su público, el cual que le reciprocó su entrega con risas, aplausos y con la evidente esperanza de volverse a encontrar pronto.