Del expediente del caso se desprende que David Sánchez Badillo -nombre de pila del cantante- deberá pagarle $22,000 a Atención Atención antes del 31 de diciembre.

El acuerdo se llegó en una conferencia de estatus realizada en privado en las oficinas del juez federal Salvador E. Casellas. Pone fin a la demanda federal radicada en julio de 2014.

En la minuta de dicha reunión, se desprende que la corte preguntó a la abogada de la parte demandante, Karla Venegas Bigas, y a los abogados de los demandados, Edwin Prado y Javier Villar, si habían llegado a un acuerdo y que, con la asistencia de la corte, "las partes entraron en negociaciones que resultaron en el acuerdo".

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El documento indica que la parte demandada depositará $10,000 en la cuenta bancaria de Atención Atención mañana, miércoles. Luego realizarán dos pagos de $6,000, uno en o antes del 30 de noviembre y otro, en o antes del 31 de diciembre.

Las partes acordaron emitir por escrito el acuerdo a la corte mañana, miércoles, junto con la moción de desestimación voluntaria sin prejuicio. Una vez se reciban los documentos pertinentes, el juez emitirá la orden con los términos y condiciones del acuerdo.

El 8 de julio de 2014 Atención Atención demandó a Sánchez Badillo, sus manejadores Oscar Figueroa y Edgar Andino, y las compañías Free Music, Inc., Andino Marketing Group, Inc. y Vevo, LLC por violación de derechos de autor, al usar en la canción de reguetón publicada en abril de 2014 parte de la melodía infantil cantada por la parte demandante.

En la acción legal sometida por Atención Atención, se indicó que la misma se usó "sin permiso, consentimiento o autorización y se resaltaba la exitosa y reconocida carrera del grupo que se especializa en crear contenido educativo y de entretenimiento para la niñez, y que han trabajado para tener ‘una imagen implacable como modelo a seguir para los niños’".

"Los demandados no han respetado la exitosa carrera y su reputación, creando y publicando una canción con contenido increíblemente profano que cuenta con imágenes morbosas, violentas y angustiosas que chocan directamente con la imagen y reputación establecida del demandante y que contiene porciones significativas de la canción y composición musical original de 'Había un sapo' sin la autorización del demandante... La conducta de los demandados está causando, y a menos que se atienda inmediatamente, continuará causando un daño enorme e irreparable al demandante. No solamente están violando sus derechos de autor, sino también están manchando su imagen y reputación", lee la demanda original, en la que se solicitaba el cese y desista de la publicación de la canción y una indemnización de no menos de $300,000.

La agrupación infantil declaró por escrito que intentaron dialogar con Tempo antes de tomar acción legal, pero no obtuvieron respuesta.

La posición de la parte demandada fue que la "canción infantil es de dominio público" y que no se beneficiaron económicamente de la misma. Destacaron que la canción en controversia no fue lanzada comercialmente ni a la venta y que antes de que se radicara la demanda, retiraron la canción de las páginas cibernéticas controladas por ellos.

Además de la porción de "Había un sapo", al inicio de la canción de Tempo, la misma también hacía alusión al grupo y a la melodía infantil: "Mi música es pa' hombre, se siente en cada canción, tú música es de chamaquitos de Atención Atención. La bendición a tu papá en esto soy como el chapo, yo escucho letras y tu escupes porque eres un sapo..."

Tempo llegó a la Isla en octubre de 2013, luego de cumplir en prisión a nivel federal por un caso de narcotráfico. Fue arrestado en 2002 por distribuir cocaína, heroína, crack y marihuana, además de poseer un arma de fuego. Fue acusado junto con el productor Francisco "Buddha" Tomás Muriel, quien luego fue exonerado en 2004 y falleció en 2007.

El cantante de música urbana fue sentenciado a 24 años de cárcel en 2004, pero logró disminuir la condena a cambio de que participara de un programa de reinserción a la comunidad, que incluye 500 horas de servicio comunitario en residenciales públicos. En abril de 2014 extinguió la condena de 10 años de cárcel al estar en una media casa desde que llegó a la Isla, y aún cumple un término de 10 años bajo libertad supervisada.