“El sopón”, “La gata” y “Son borinqueño” son temas que han quedado grabados en el cancionero popular puertorriqueño, y que hoy siguen tan vigentes como cuando estrenaron a finales de la década de 1960.

Ese es parte del legado de la Tuna Estudiantina de Cayey, institución que alcanzó los 50 años, y cuya trayectoria fue reconocida este lunes por el Senado.

La agrupación fue fundada el 15 de octubre de 1964 por un grupo de maestros y estudiantes de la Escuela Superior Benjamín Harrison, en Cayey, y a través de los años, ha reafirmado su compromiso con el folclore y la cultura boricua, además que ha acrecentado el repertorio típico navideño.

El emblemático conjunto también ha dado cátedra de solidez y estabilidad al permanecer activos de manera ininterrumpida por medio siglo aun con la volatilidad que caracteriza a la industria musical.

“Fue una evolución puramente natural, la gente apoyó la tuna desde el comienzo porque les gustó la música que llevamos”, manifestó Andrés Collazo, uno los maestros fundadores de la Tuna de Cayey.

“Tenemos una organización muy interesante, llevábamos a cabo hasta dinámicas de grupo para resolver los problemas a los que se enfrenta un grupo tan grande, y máxime cuando tenemos tantos estudiantes jóvenes... Nunca lo vimos como un medio de lucro, y eso es bien importante. El dinero que nos daban por las presentaciones, lo teníamos en un fondo común, y eso se utilizaba para comprar instrumentos, para viajar, y eso ha sido de los factores que ha contribuido a la estabilidad de la tuna”, agregó el hombre de 70 años en entrevista con este medio.

Collazo estuvo acompañado en la actividad por Manuel Rodríguez González, de 84 años, también miembro fundador del grupo que ha grabado temas con artistas como Danny Rivera, Chucho Avellanet, Victoria Sanabria, Andrés Jiménez, Quique Domenech y Haciendo Punto en Otro Son.

El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, y el portavoz de la mayoría del Partido Popular Democrático (PPD) y gestor del homenaje, el senador Aníbal José Torres, entregaron a los directivos de la Tuna de Cayey copia de la moción de felicitación.

Además, distinguieron a Gertrudis Maldonado, quien con 39 años en la agrupación ha sido la integrante de más amplia trayectoria en la institución cayeyana.

“Este reconocimiento representa el compromiso que hemos tenido con que este grupo siga adelante a través de los tiempos y los obstáculos que puedan presentarse”, dijo a este medio Maldonado, quien se unió al grupo con solo 13 años de edad.

Resaltó que los logros alcanzados por la Tuna de Cayey durante su primera época de existencia despertaron un amplio interés por su música, y le merecieron el respeto de todo el País.

“Esa gesta de 10 años estableció una trayectoria inquebrantable. Este grupo nunca se ha roto. Todas las semanas ensayamos. Hay una continuidad histórica, y la hemos mantenido para bien del grupo”, enfatizó Maldonado.