PAPLANTLA, México — En 32 años de carrera, The Flaming Lips ha materializado ideas extravagantes, provenientes de la alocada mente de su líder Wayne Coyne, como hacer ocho conciertos en 24 horas, con lo que derrocó al rapero Jay-Z, filmar videos algo subidos de tono, grabar y distribuir canciones de seis horas con guía de escucha incluida, y dibujar un poster con la propia sangre del vocalista.

Pero si hay algo que aún mantiene vivo el espíritu artístico y revolucionario del rockero estadounidense es el hecho que enciende y apaga la diversión sin importar la opinión de los demás, y juega con la posibilidad de ser introvertido y extrovertido a la vez.

"Creo que toda la gente que se considera artista, y yo mismo me considero así, vivimos en un eterno dilema, somos gente introvertida dentro de nosotros mismos, que hace música, con cosas locas en la cabeza. Nos encerramos a hacer arte, pero por otro lado está esta vida de 'estrella de rock', donde hay mucha fiesta y gente a tu alrededor", dijo Wayne Coyne a The Associated Press el viernes, antes de su participación en la 16a edición del Festival Cumbre Tajín.

"Me considero un tipo afortunado porque puedo encender el botón de la diversión, pero también tengo el poder de apagarlo y enfocarme en ese lado emocional y artístico. Nuestro viaje es nuestro viaje, nuestra esencia es que somos optimistas, si nos divertimos y a la gente no le parece divertido, es algo que no nos debería importar", agregó el músico de 54 años.

En la opinión del guitarrista y productor, la cultura pop no sólo envuelve el tema de la música, sino también el de los excesos, la ropa, los novios y las drogas que usan las celebridades.

"Hay celebridades que amamos, admiramos y odiamos; en realidad, nadie quiere que eso desaparezca, a veces la gente actúa como si eso fuera a desaparecer", señaló.

"La música, la diversión, las drogas es algo que viene con el paquete, dejemos que suceda. De eso se trata, de jugar con la posibilidad de ser introvertidos y extrovertidos y divertirse", agregó Coyne, quien recientemente trabajó con la cantante pop Miley Cirus en el disco de The Flaming Lips, "With a Little Help from My Fwends".

La sola idea de regresar a México y presentarse en un festival que enaltece la cultura indígena totonaca fue el motivo perfecto para que Coyne aceptara participar en Cumbre Tajín, un encuentro músico-cultural que se realiza desde el jueves hasta el lunes en el estado de Veracruz, en el sureste de México.

Después de su encuentro con la prensa, Coyne visitó el viernes la zona prehispánica del Tajín, cuna de la cultura totonaca y famoso mundialmente por sus voladores de Papantla, un ritual ancestral en el que cuatro hombres vuelan pendiendo de un poste de 30 metros, asegurados únicamente por una cuerda atada alrededor de la cintura.

Ahí, el estadounidense se tomó fotos, imágenes que más tarde compartió con sus miles de seguidores en Instagram.

"Manejamos desde la Ciudad de México hasta Poza Rica, fue un tramo largo. Hicimos la prueba de sonido, visitamos la zona prehispánica. ¡Nos emociona tocar con amigos!", dijo Coyne, quien en diversas ocasiones ha manifestado su fascinación por la cultura mexicana, al grado de haberse puesto un traje de mariachi para participar en un video de Moby.

Además de The Flaming Lips, durante la segunda jornada del Festival Cumbre Tajín también desfilaron las agrupaciones estadounidenses The Cold and Ugly, Incubus y el proyecto de Sean Lennon, The Ghost of a Saber Tooth Tiger, así como la mexicana Sak Tzevul.

Empire of The Sun, Macklemore & Ryan Lewis, Aterciopelados, La Mala Rodríguez y Guacamole encabezarían la tercera jornada del festín musical en el Parque Temático Takilhsukut. Este año Cumbre Tajín adoptó el lema de "el trayecto de la luz", mensaje que conjunta la idea de la luz comunitaria y la individual para enriquecer al individuo.

El encuentro cuenta este año con la colaboración de la Universidad de Música de Berklee en Boston, el festival británico Glastonbury y la organización fundada por Yoko Ono, Non Violence Project.