A estas alturas, todavía debe escucharse por algunas calles de Ponce el eco de los salseros entonando sus temas preferidos. Más de 15 mil personas cantando y bailando en un mismo lugar no es poca cosa.

Reinaldo Morales salió ayer muy temprano de su casa en Loíza, junto a un corillo de amigos, y a las 7:00 de la mañana ya estaban en Ponce. Una hora antes, Raquel Miranda salía de su casa en Dorado y por el camino se cruzó con dos guaguas escolares donde iban “los salseros jangueadores”, un grupo con personas de Cataño, Dorado y Toa Baja. Todos llegaron al estadio Francisco “Paquito” Montaner para celebrar los 50 años del movimiento salsero en la Isla.

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Bajo un sol que le hizo honor a la temporada veraniega, miles de personas asistieron al 50 Aniversario de la Salsa, evento que convocó a personas de todo Puerto Rico. Unos llevaron maracas, otros cargaron con un cencerro. Hubo también güiros. Los más precavidos portaron sillitas de playa y los más fanáticos lucieron camisetas con el emblema de La Fania. Lo que nadie dejó en casa fueron los deseos de cantar y bailar. 

Ni el calor ni el cansancio opacaron el ánimo festivo del evento  presentado por la emisora SalSoul, y que para los salseros de corazón puso a la Perla del Sur como destino por excelencia. 

“La salsa es el género musical más grande de la historia. Cuenta con grandes exponentes que lo han llenado de gloria y hace que miles de personas cantan y bailen”, se escuchó decir a través de las bocinas como saludo a los presentes, quienes parecían tener las baterías bien cargadas para bailar por horas seguidas.

“La salsa no muere y vamos detrás de ella al fin del mundo”, expresó Raquel Miranda durante un recorrido hecho por la arena del estadio para conocer de primera mano qué significa esta celebración para los salseros más fieles. 

“Estamos de fiesta y esto aquí es para que todo el mundo lo goce”, comentó Lissette Quiñones, quien viajó con amistades desde Loíza.

Entre los que se lucieron bailando estuvieron Juan Mateos, Almari Mercado, José L. Rolón y Astrid Soto, quienes son parte de un club que viajó en motora desde Aibonito. Llegaron uniformados con el nombre del grupo, “Los cangri”, y aseguraron que iban a bailar hasta la última canción. 

Las presentaciones musicales dieron inicio poco después del mediodía. San Juan Habana y N’Klabe fueron los primeros en presentarse con una selección de sus respectivos éxitos. El sonido del timbal se escuchó luego con más potencia mientras Moncho Rivera le rendía tributo póstumo a su tío, “el Sonero Mayor”, Ismael Rivera. El Nazareno, Dime por qué y Las caras lindas provocaron una mezcla de euforia y nostalgia entre muchos de los presentes.

“Hoy es un día especial. Estamos de fiesta”, dijo Andy Montanez luego de cantar un medley que incluyó Payaso, Hojas blancas y Julia, seguido por su éxito Casi te envidio. “Siento un respeto muy grande por la salsa. Es el ritmo que más nos representa a los latinos. Llevo más de 50 años cantando y le pido a Papá Dios que me de la capacidad de seguir mucho tiempo más”, agregó en un aparte con Primera Hora.

Con el atardecer llegó la música de Tony Vega y el junte entre Paquito Guzmán, Paquito Acosta y Simón Pérez en un homenaje a Tommy Olivencia. Tito Nieves y Bobby Valentín también dijeron presente. Cual si fuera el plato principal del menú, la noche trajo a la tarima, desde Colombia, al grupo Niche y a los Bravos de la Fania: Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Richie Ray y Bobby Cruz. Por último, Óscar D’ León tenía a su cargo el gran cierre del festejo, pautado para las 8:30 p.m. con canciones como Bravo de verdad, Yo quisiera, Anacaona y Mi bajo y yo.

La buena noticia para los que no pudieron participar es que SalSoul hizo la promesa de que el año que viene regresarán

Detalles del bailable