Es ingeniero electricista, pero la pasión de Rafael Antonio Torres Rivas, mejor conocido como Rafi Torres, siempre ha sido la música. Tanto es así, que se presentará como invitado la primera semana de mayo, en el evento internacional Salsabor, en Gothenburg, Suecia.

“Mi amor por la salsa y la música vienen desde bien pequeño por mi papá (el experimentado locutor Rafi Torres) y me desarrollé en eso hasta que quise hacer mi negocio en la música”, comenta en entrevista con Primera Hora.

Agrega que “soy salsero de corazón. Me crié en Trujillo Alto rodeado de músicos como Roberto Roena, Bobby Valentín, Justo Betancourt y la gente del Gran Combo, a quienes admiro”.

Su atracción por la música comenzó con una combinación de la salsa y el jazz, lo que le abrió paso en la industria de la música y en los programas de radio en el estado de la Florida para el público hispano, atraído por el latin jazz.

En Puerto Rico, por cierto, contó en 2007 con su propio espacio radial, “En cualquier clave”, emitido por Radio Católica.

En un tono efusivo, Rafi Torres narra que la música representa en su vida “un hobby que empezó como una melomanía y luego se convirtió en algo. Siempre quise hacerlo porque le quería seguir los pasos a mi papá y luego es que trabajo en la radio”.

Orgullos de representar a Puerto Rico 

En tanto, la oportunidad de tocar en Suecia se debe a que en 2005 se presentó en un congreso de salsa en Europa, donde conoció a Dj Davar, cuyo nombre real es Davar Samavat, y quien lo invitó a este evento en el que se expone salsa, merengue y kizomba (un baile de Angola), y que se extiende todo el verano.

“Me siento privilegiado y orgulloso de llevar el nombre de Puerto Rico en alto”, dice Torres, quien reside hace cuatro años en Estados Unidos y labora en una compañía de efectos espaciales.

Respecto al público que disfruta de este tipo de festival de exposición internacional, cuenta que “es un público diverso; hay de todas las edades y de todos los países. Son personas que les gusta la salsa, son salseros que no son solo bailadores, sino que son conocedores. Son unos fiebrús que yo realmente admiro”.

Su orgullo y satisfacción es que “ellos están bailando mi música y están celebrando mis tradiciones. Esa parte es la que lleva más peso para mí y más responsabilidad. Hay que ponerla en la China, aunque vaya para Suecia. La gente respeta mucho el género de la salsa”, acota.

Mientras esté tocando en “Salsabor” pondrá en la consola la bandera de Puerto Rico. Se llevará “una de las que me regaló mi papá y se la voy a regalar a Dj Savat como intercambio cultural”.

En cuanto a lo que significa la música para él, responde que “es la parte espiritual mía que le da una frecuencia con muchas tonadas y colores que mueven mi alma y mi espíritu. Eso es mi corazón etéreo. Es tan importante como la mar y aprendí con unos pescadores que ven al mar como una mujer; por eso lo de la mar”.