La ex Miss Puerto Rico Universe, Alba Reyes, acudió hoy a las redes sociales para hablar por primera vez, y de forma extensa, sobre las incidencias que antecedieron a la balacera en la residencia de su familia en Cidra el pasado mes de abril, en la que murió su madre, Elena Santos.

Alba había guardado silencio con relación a los hechos, según indicó reiteradamente, para proteger la integridad de la investigación criminal que realiza la Policía. Esta tarde, a raíz de unas declaraciones que realizara en el fin de semana un oficial de la División de Homicidios de Caguas, Alba rompió el silencio aduciendo a que el propio cuerpo de seguridad  ha puesto en riesgo la pesquisa.

A continuación reproducimos la carta abierta que escribió la ex reina de belleza en su cuenta de Facebook.

Primero quisiera agradecer todas las muestras de cariño del público, sus oraciones y apoyo en este difícil proceso para mi familia y para mí. También quiero agradecer a los medios de comunicación por darle seguimiento al caso y unirse a mi llamado de justicia para mi mamá Elena. Hasta el día de hoy no había querido comentar sobre ciertos aspectos de la investigación sobre el asesinato de mi mamá, y la tentativa de asesinato en mi contra. Desde el primer día toda la información que era relevante fue compartida tanto con la policía estatal como con fiscalía. Pero a petición de la policía y de la fiscal encargada del caso, limité mis declaraciones a la prensa y al público para asegurar que el proceso de investigación no se viera afectado o viciado.

Desafortunadamente, el pasado sábado, el sargento David Correa, de la División de Homicidios de Caguas dio una entrevista a un periódico local en la que revela detalles de la investigación que hasta el momento no se habían revelado para mantener la investigación integra, y me consterna y perturba que la misma policía esté saboteando la investigación. No es el primer incidente de este tipo de conducta, en los días siguientes a los hechos de la noche del 3 de junio, algunas personas de la policía también dieron entrevistas dando a conocer detalles que afectaban la investigación y en ese momento tanto los agentes encargados del caso y fiscalía mostraron descontento y asombro por esta conducta, y se reunieron para dar instrucciones sobre este particular y que no volviera a suceder. Sin embargo, sigue sucediendo, y mientras yo trataba de mantenerme callada soportando especulaciones sobre mi familia para no dañar la investigación a petición de fiscalía y de la policía, es la misma policía quien hace expresiones detalladas sobre la investigación violando el protocolo en este tipo de casos y me lleva sin duda a cuestionarme ¿por qué? ¿Qué intereses o de quiénes son los intereses que se están protegiendo? ¿Cuál puede ser el propósito? ¿Y cómo es posible que policías actúen en contra de direcciones expresas de fiscalía? No quiero pensar que alguna organización sindical dentro de la policía esté protegiendo a los sospechosos, si alguno, porque ese sería el colmo de la inmoralidad, por no decir corrupción.

Según el mismo sargento Correa indica, existía al momento de los hechos un historial de querella de amenazas y agresión contra un individuo que fuera vecino de nuestra familia. Los problemas con este individuo surgen por la creencia de que nuestros perros hacían sus necesidades en la calle. Sin embargo, en varias ocasiones se le intentó explicar que eso era incorrecto porque nuestros perros siempre estaban dentro de la casa y no en la calle, y eran sacados a pasear en un terreno cercado en la propiedad de mi tía, quien es vecina. En alguna ocasión por lluvia yo saqué a mis perros con sus correas a pasear y recogía con bolsas sus excrementos e inclusive recogía los de otros para evitar que se comentara que eran los míos, mas nunca pasaba frente a la propiedad de este individuo. En una ocasión fotografíé cinco perros callejeros defecando y orinando en su patio, porque muchos vecinos sí tienen a sus perros sueltos en la calle, sin embargo contra esos vecinos nunca hubo reclamos.

Toda esta situación fue provocada por el comentario de otro vecino mal intencionado, familiar político de la "persona de interés” en este caso.

Contrario a lo que el sargento Correa indicó en su entrevista, mi familia si llegó a los tribunales en varios ocasiones. Y se radicaron cargos en contra de esta persona por alteración a la paz, agresión, y amenaza. La situación se convirtió en un patrón de hostigamiento y asecho contra mi familia en particular mi padre y hermano. En todo este proceso de querellas y vistas en los tribunales mi familia vivió un patrón de irregularidades por parte de la policía al momento de radicar las querellas, que me hizo a mi despertar a la cruel realidad de que nuestra policía también sufre en muchas ocasiones de presiones externas y nos llegamos a cuestionar en más de una ocasión cuánta influencia tenían sobre las decisiones policíacas la Federación Unida de Policías Organizados(F.U.P.O.), cuyos directivos son familiares de la “persona de interés”.

También quiero aclarar que mi hermano no asistió a los actos fúnebres porque es un paciente psiquiátrico y temíamos por la reacción que podría tener ante los hechos y porque, de hecho, tanto él como mi papa estaban bajo amenazas según la misma policía ahora confirma y no contábamos con protección de la policía. Por esta razón, mi papá y yo también nos vimos obligados a partir de la Isla inmediatamente después de los actos fúnebres. También quiero aclarar que el sargento Correa se equivoca en sus expresiones cuando dice que mi mamá murió por una bala perdida que entró por la ventana. Mi mamá murió por una bala disparada hacia nuestra casa con la intención de matar, dirigida a personas particulares.

Quiero una vez más pedir a los medios de comunicación sensatez y sensibilidad a la hora de publicar información que en nada aporta al esclarecimiento del caso, sino que al contrario perjudica la investigación; ya que la policía no puede hacerlo talvez ustedes si puedan ayudarme a que la investigación de este caso se lleve según protocolo y técnicas efectivas de investigación. No quiero que esta se convierta en una estadística más de los miles de casos sin esclarecer en Puerto Rico. A la ciudadanía les suplico su cooperación, necesitamos su ayuda para esclarecer este caso, mientras vivamos con miedo de ayudar estos criminales siguen en las calles matando hijos, hermanos, padres. No podemos entregarle el país a criminales por miedo. Cualquier persona que tenga alguna información puede llamar al Sgto. Ortega al 787-744-0322.

Por último, una vez más hago un llamado público al Secretario de Justicia, al Superintendente de la Policía, al Negociado de Investigaciones Especiales y al FBI, para que unan esfuerzos en el esclarecimiento de este caso.

?#?JusticiaParaElena