Las Vegas. Bodine Koehler amaneció contenta ayer por su trabajo de la competencia preliminar y aguantando el secreto de lo que trae para la noche final, que según reveló va a ser “una bomba”.

Así mismo, como una “bomba”, describe Desirée Lowry el traje color plata que su candidata usará el miércoles en la noche final del Miss Universe. El vestido, al igual que el color lavanda que lució en la preliminar, es del diseñador Harry Robles.

“En la preliminar quise llevar otro look más elegante, más calmada, pero ya para la noche final voy a estar más sensual porque vengo con un vestido nuevo”, dijo ayer la Miss Universe Puerto Rico.

Pero no negó que por dentro también “tenía una bomba de energía, de electricidad”.

“Cuando estaba tras bastidores, antes de salir al escenario, fue algo grandioso y todavía estoy nerviosa. Al mismo tiempo fue algo drenante porque todas estas muchachas estaban fabulosas, y se sabe que la belleza es algo individual ante el que la esté viendo, pero claro, la belleza boricua se distingue”, señaló con coquetería.

Bodine no permitió que nadie la arreglara para la preliminar. “Me hice mi maquillaje y mi pelo, no permití que nadie me tocara porque me siento más segura así. Practiqué mil veces frente al espejo y se lo dejé todo en las manos de Dios, que me diera su luz, su fortaleza y que me siguiera dando determinación, y me disfruté cada momento en ese escenario”.

La modelo sintió el apoyo en el público no solo de los puertorriqueños que celebraban cada vez que ella aparecía en escena, sino también la gente de otros países que se encontraba en el teatro.

¿Qué cosas podrías mejorar para la competencia final, si algo?

Como soy muy autocrítica, podría decir que muchas cosas, pero definitivamente tengo que reforzar más la sensualidad, que es algo que yo siempre destaco.

Llora al reencontrarse con su Familia

Luego de varios intentos, Bodine Koehler finalmente pudo reencontrarse con su familia poco después de la competencia preliminar de Miss Universe, la cual se celebró en el teatro del hotel Planet Hollywood, donde también se llevará a cabo la final.

La representante de Puerto Rico en este certamen comentó esta mañana en entrevista con GFR Media que no pudo evitar las lágrimas al reencontrarse con sus padres, Mariluz Peña y Robert Koehler, así como con su abuela, tía y primo materno.

“Logré verlos al fin anoche y hasta lloré porque uno está alrededor de muchas personas bien drenantes que están muy pendientes a lo que tú haces. Entonces, cuando tienes unas personas que verdaderamente te dan tanto y tanto amor, ese abrazo y ese beso valen un millón. Fue riquísimo, riquísimo verlos”, manifestó emocionada sobre ese instante privado en el que compartió con sus seres queridos.

Bodine describió a su familia como su gran fortaleza y destacó que, tanto su mamá como su papá, siempre han estado ahí para ella. Sobre su abuela materna, Narcisa Minaya, quien también se encuentra en Las Vegas para apoyarla, comentó que es la otra parte de su corazón.

“Ella siempre ha estado conmigo y es la mejor chef del mundo. Su apoyo es incondicional y nunca se me olvidará algo que ella me dijo cuando tenía seis años y fue que cualquier triunfo que logre lo comparta con las personas necesitadas. Y gane o no gane la corona, quiero seguir trabajando para las personas que necesitan de uno”, comunicó.