Las Vegas. Detrás de cada reina de belleza hay todo un equipo de trabajo que la sigue y está pendiente de cada detalle para que pueda resplandecer. En el caso de Bodine Koehler, quien hoy representará a Puerto Rico en la final de Miss Universe, ha contado con un grupo de expertos que la han convertido en toda una reina.

Desirée Lowry es la cabeza de todo ese equipo, siendo la directora de Miss Universe Puerto Rico. En sus manos ha estado guiar y dirigir en cada paso a Bodine, así como en seleccionar al grupo que trabajó con ella durante este año.

“Dicen que yo soy la del látigo, que estoy encima de todo el mundo”, destacó entre risas Lowry, quien entiende que Bodine ha dado un gran cambio desde que comenzó en el reinado hasta hoy. “Ella ha mejorado grandemente en lo que son las entrevistas. Ella, obviamente, tenía muy buena proyección en su pasarela, pero la proyección de reina es otra y te diría que yo más bien he trabajado guiándola en cada paso, asegurándome de que cuenta con los mejores recursos para su preparación. También como apoyo y dándole esa seguridad para que ella puede ser nuestra sexta Miss Universo”, expresó.

Sobre si una reina nace o se hace, Robert Colberg, quien junto a Edgardo Virella trabajó en la preparación intelectual de Bodine, dijo que tiene que haber un poco de ambas. “Realmente la niña tiene que nacer y tener ese aura, porque una vez llega a nuestras manos lo que hacemos es destacar ese aura de reina que tiene cada muchacha”, comentó.

En torno a qué características hacen a Bodine merecedora del título de belleza, Dagmar Matos, coordinadora de Miss Universe Puerto Rico, manifestó que su simpatía, frescura y gran figura.

“Eso la harán una gran triunfadora esa noche”, puntualizó.