Cuando la Miss Universe Puerto Rico Monic Marie Pérez vio llorando su amiga y candidata de Noruega, Mari Ekelof, porque no le convencía el vestido que luciría en la competencia peliminar, la reina boricua no le pensó dos veces y le prestó uno de los suyos.

El diseño plateado, que destaca por sus  intricados bordados compuestos por lentejuelas y más de mil cristales Swarovski, es una creación del modisto puertorriqueño Valentino Zeliachi, quien no cabe de la alegría por la exposición internacional que ha tenido su vestido.

“Estoy sumamente feliz porque es algo que no me esperaba. De verdad que ha sido increíble.  Me han llegado tantos ‘friend requests’ (solicitud de amigos por Facebook), textos y llamadas. En YouTube subieron un vídeo con la historia (del gesto de Monic). Publicaron un artículo en Yahoo!, hablaron de eso en los foros de belleza y en missuniverse.com. No lo puedo creer”, dijo un simpático Zeliachi en entrevista con este diario.

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En años anteriores, el egresado del Instituto Carlota Alfaro ya había vestido a las representantes puertorriqueñas Mayra Matos, Viviana Ortiz y Bodine Koehler para la cena principal del certamen.

Sin embargo, el revuelo que causó el gesto desprendido de Monic le ha traído al diseñador una fama súbita.

Zeliachi aplaudió la actitud solidaria de nuestra soberana, añadiendo que es la rival a vencer en esta edición del concurso.

 “La candidata estrella se llama Monic Pérez, Puerto Rico. Tenemos una reina de lujo, con un ángel y una buena vibra increíble. Ella tuvo un gesto de humildad y de puertorriqueña, porque si algo nos distingue a nosotros los boricuas es que le extendemos la mano a quién sea.  Y ella, a pesar de que está en una competencia, le cedió el vestido (a Miss Noruega)”, exaltó el modisto, quien cuenta con siete años de experiencia profesional.