La producción Yo me quiero divorciar se repondrá por tercera ocasión, pero no piense que verá el mismo montaje, pues esta vez el artista Norberto Barreto tuvo la oportunidad de enriquecer el diseño de escenografía que trabajó por primera vez en el 1990, además de que el director será Áxel Cintrón, quien fuera el novio en un montaje anterior.  

La exitosa obra de Carlos Ferrari se presentará a partir del 18 de septiembre en el Centro de Bellas Artes de San Juan. 

Yo me quiero divorciar estrenó en el 1990 con las actuaciones de Joaquín Jarque, Yeidy Rivero, Ubel Anglada, Madeline Rivera, Maricarmen Sepúlveda, Luis Enrique Romero, Edwin Ocasio y Ángel Vázquez. 

Cintrón fue el novio en el segundo montaje en el 1998. El escenógrafo Barreto estuvo en el estreno y en la  versión actual.

“Fue mi primer diseño como escenógrafo. Es cómico porque la vida gira y me pone en las manos el diseño con el que comencé. Ferrari me encomendó un salón y pensé en el color rosa, que era chic en ese momento. Se trató de un salón rosado con distintas gamas del rosa. Era tan rosa que era acaramelado”, expresó Barreto al señalar que decidió repetir el color rosa por “nostalgia” a ese primer montaje. 

Sin embargo, esta vez, aprovechó para colmar el salón de banquetes de detalles que le dieron un toque mucho más elegante. Mencionó que este diseño fue más complejo que el anterior y que, además, el equipo de producción le dio  rienda suelta para crear. 

“Esta vez incluyo un arco enorme, una lámpara de ballroom. Lo irónico es que el salón elegante no tiene personajes a esa altura”, dijo. 

“La primera vez, las paredes eran de papel fotográfico. Nadie sabía hasta que las tocaban. Esta vez, son unas paredes sólidas. Hay más riqueza, detalles y texturas. Se lanzó la casa por la ventana”, añadió. 

 Barreto mencionó que la puesta en escena  contrasta con los trabajos minimalistas que se realizan actualmente para bajar los costos de escenografía. El montaje actual sobrepasa los $10,000, mientras que el de 1990 costó un poco más de $3,000, aseguró. 

Por su parte, el director escénico Áxel Cintrón puntualizó que es imposible no tener la influencia del montaje de Carlos Ferrari, pero este trabajo se distinguirá por mantener el buen ritmo de los diálogos y por dimensionar el “ridículo” de algunos de los personajes. 

La trama de Yo me quiero divorciar se centra en quienes desean divorciarse justo en medio de una celebración nupcial. 

Como parte de la historia, aparecerá una nota de amor dedicada a uno de los vinculados con la boda, no obstante no se especifica si es para los novios, los padres o los padrinos. La nota será una excusa para exponer diversas situaciones de los participantes de la boda. 

El elenco está compuesto Braulio Castillo, Marilyn Pupo, Luisa de los Ríos, Ulises Rodríguez, Xiomara Rodríguez, Sara Jarque, Eddie Noel y Carlos Vega.  

“La primera la vi porque tenía buenos amigos y la vi varias veces. Me ría en cantidad. Luego, en el 98, me llaman para interpretar al novio. La referencia es inevitable. Lo más importante aquí es la letra, las líneas del texto, que son las que llevan a la acción. La palabra lleva el ritmo”, comentó Cintrón. 

“Esto es una sátira, una burla a la falsa moralidad y la doble moral que existe. Lo que pongo de manifiesto es el ridículo, cuando quedas expuesto con esa doble moral”, añadió.