Como mujer determinada, disciplinada y gran artista fue recordada hoy por sus amigos la bailarina, coreógrafa, directora y profesora puertorriqueña Gilda Navarra durante una misa en su honor en la Capilla Mayor de la Universidad del Sagrado Corazón, en Santurce.

Navarra falleció el domingo, 26 de julio, a los 94 años. 

Al templo católico arribaron al atardecer personalidades como las actrices Cordelia González e Idalia Pérez Garay, así como la directora teatral y también actriz Rosa Luisa Márquez. Artistas, amigos y familiares llegaron para despedirse de la luchadora mujer conocida –entre otras cosas- por ser la fundadora de Ballets de San Juan, junto a su hermana Ana.

“Yo recuerdo a Gilda de una manera tan especial. Ella fue mi primera maestra en el Departamento de Drama y la primera producción que ella dirigió al regresar de París en el Departamento de Drama fue ‘El hombre que casó con mujer muda’. Yo audicioné y me escogió a mí. Luego estuvimos en varias producciones en las que ella me dirigió”, señaló con una gran sonrisa Pérez Garay.

“Son 50 años de estar unida a ella, y hoy me siento conmovida, enternecida, feliz porque aquí estamos celebrando una vida maravillosa. De verdad, era una mujer que realmente es un monumento a lo que es la creatividad, a lo que es una verdadera artista. Ella fue una de las grandes artistas de nuestro país. También fue un ser humano inigualable”, agregó la histrión.

Por su parte, González contó que gracias a Navarra, ella decidió convertirse en actriz, luego de verla en una representación en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

“Gilda es la razón por la cual yo estoy en el teatro. Yo la vi un día en la glorieta detrás del teatro de la Universidad (de Puerto Rico) y me pareció tan maravilloso lo que estaba haciendo. Desde ese momento yo me dije, eso es lo que yo quiero hacer. Luego, el tener la dicha de trabajar con ella…me enseñó lo que es la disciplina, lo que es el conocimiento, lo que es la entrega. Realmente, el trabajo que hizo Gilda es de lo mejor que se ha hecho en toda la historia del teatro en Puerto Rico. Yo espero que la gente lo vea, lo reconozca y lo siga estudiando así”, señaló.

González, además, catalogó a su maestra como una mujer libre, decidida y segura de sí misma.

“Esa fue otra de sus grandes lecciones. Uno no puede depender de nadie. Uno tiene que hacer las cosas y hacer que pasen con mucha disciplina y mucho conocimiento. Fue una mujer excepcional. Su legado es para el país. Ella tocó a tantas personas en todas las expresiones del arte, en términos de la disciplina, en términos de la estética. Su legado es y debe ser eterno. Nosotros no podemos olvidar a Gilda”, puntualizó.

Mientras, la actriz y directora teatral Rosa Luisa Márquez acotó que su amiga es ente que la lleva a crear incesantemente.

“Yo la voy a recordar como alguien que me está empujando todo el tiempo a hacer magia y a crear. Es una presencia muy importante en nuestras vidas. Nos va a hacer falta, pero siempre está presente”, declaró la responsable de haber puesto en escena obras hermosas como “Jardín de pulpos”, de Arístides Vargas.

Márquez compartió que la urna en la que están depositadas las cenizas de Navarra fue creada por el escultor puertorriqueño Jaime Suárez y sus colegas argentinos Bernardo Hogan y Susana Espinosa.

La hermosa obra muestra en su base unas siluetas que parecen flotar en el mar. La tapa tiene una paloma, pues la artista gustaba coleccionar figuras de esas aves, relató Márquez.

En cuanto al proceso creativo que se desarrolló para crear la especial urna, Espinosa dijo que fue muy fuerte porque ellos deseaban fervorosamente que la obra le gustara a la artista.

“Los tres estábamos preocupados de que le gustara a Gilda. Yo sentía que hacía un trabajo para Gilda. Era un sentimiento verdadero”, puntualizó Espinosa.

Durante la misa, oficiada por el sacerdote Nicolás Navarro, la profesora y crítica de danza Susan Homar recordó a Navarra en todas sus dimensiones. 

“Fue una mujer compleja, estimulante, generosa, interesante. Vivió la vida que quiso vivir, intensamente”, resumió durante la emotiva eucaristía.