Los actores Belange Rodríguez, Lizmarie Quintana y Juan Cuevas enfrentaron sus propios miedos y tabúes mientras estudiaban cada detalle de los personajes de la pieza Sesión para tres… y un monstruo, que se presentará del 23 al 26 de agosto en el Teatro Coribantes, en Hato Rey.

“Ellos han estado frente a sus propios tabúes con el cuerpo. Les ha costado dejar a un lado muchos controles morales y sociales para dejarse llevar por este texto”, confesó la directora Mariana Quiles.

La directora explicó que los personajes “Ally”, “Vicente” y “Paula” están en un limbo, donde constantemente están reviviendo ese “pecado” que cometieron en algún momento de sus vidas. En ese espacio, además, encaran sus miedos y, sobre todo, enfrentan sus monstruos, es decir, sus distintas personalidades.

“Al ser tan psicológica y tan oscura, brega con los traumas y las pasiones humanas. Presenta la crueldad de lo que es la naturaleza humana. Se trabajan los tabúes sexuales, pero quería rescatar esa búsqueda del amor que se confunde con lo sexual. El sexo es algo carnal y el amor es otra cosa. En este espacio onírico, los une el lazo del amor. Hay el amor de una madre hacia un hijo, hay una atracción sexual entre dos mujeres y la atracción sexual de un hombre hacia una mujer”, agregó Quiles sobre el texto de la dramaturga puertorriqueña Desi Moreno.

Belange Rodríguez anticipó que “Ally” confronta la violencia doméstica y sus instintos sexuales. Juan Cuevas señaló que “Vicente” hará referencia al abuso físico que recibió de su padre. Lizmarie Quintana adelantó que “Paula” tiene un fuerte miedo de no ser deseada por lo demás tras el paso de los años.

“Es una obra interesante en estos tiempos donde hay tanta violencia doméstica, donde las aberraciones sexuales están tan presentes, donde hay tantos tabúes y tantos miedos, a pesar de que estamos en el 2012. El texto ayuda a que breguemos con nuestros demonios y monstruos. Es importante exorcizarse”, expresó Rodríguez.

Quintana dijo que el público se identificará con el texto. “Van a salir pensando cuál es mi miedo. Cuál es mi monstruo. Yo misma me bloqueé”, comentó quien aceptó el personaje para demostrar que puede hacer otras caracterizaciones que no necesariamente sean cómicas.

Tras un tiempo lejos de las tarimas, Juan Cuevas retoma la escena con un personaje que le ha robado el sueño. “Me dado trabajo el proceso porque es el monstruo más fuerte. La gente debe saber que es un trabajo serio con el que se van a sentir identificado y se van a reír. Va a ser como una sesión psicológica”, aseguró.