La actriz Anamín Santiago, adscrita al Colegio de Actores de Puerto Rico (CAPR), reiteró que ese colectivo no aceptará “cambios cosméticos” a la ley de descuentos en las entradas de envejecientes a espectáculos, luego que la representante Brenda López de Arrarás dijera ayer que la Cámara de Representantes no busca derogar esa medida, sino fijar “una cantidad que pueda ser justa para ambas partes”.

Las expresiones de López de Arrarás se dieron como parte de las vistas públicas que se llevan a cabo esta semana para aliviar los efectos adversos que ha tenido la implantación de ese estatuto en la clase artística del país. Estas vistas, de hecho, son el resultado de gestiones del Colegio y otras organizaciones que han llevado su preocupación al Capitolio, según se enfatizó en un comunicado de prensa enviado hace algunas semanas.

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Finalmente, la preocupación fue atendida por la Comisión cameral de Educación para el Fomento de las Artes y la Cultura, presidida por López de Arrarás.

Varios productores de espectáculos depusieron ayer y, aunque expresaron su oposición a la medida, se mostraron de acuerdo con López de Arrarás en cuanto a la búsqueda de alivio económico dejando en efecto el estatuto. Entre los empresarios de entretenimiento que presentaron sus puntos de vista ayer estuvieron Luisito Vigoreaux, José “Pepe” Dueño y César Sainz.

La Ley 108 les otorga a personas entre las edades de 60 a 74 años, un descuento de 50 por ciento del costo del boleto, y quienes tienen 75 años o más pueden conseguirlo gratis.

“Buscamos que las mejoras no sean cosméticas, que es lo que se ha dicho hasta ahora. Todos los sectores en contra quieren radicalidad, que haya cambio verdadero”, aseguró Anamín Santiago al anticipar cuál será la postura del Colegio de Actores en las vistas de hoy, jueves, cuando les toque su turno de deponer.

En varias ocasiones, el CAPR ha demostrado que los hacedores de teatro son los que más afectados se ven con la Ley 108, por ejemplo, cuando las obras se llenan de público mayor de 60 años y los precios de los boletos de entrada no pueden ascender a más de $80.

“Nuestros gastos son proporcionales a las ventas que tenemos. A quien más afecta la ley de descuentos es al teatro porque apela a los envejecientes, que no irán a ver Wisin & Yandel”, ilustró el productor teatral Edwin Ocasio en una entrevista previa con este periódico.