Un derroche de sensualidad y cadencia fue lo que se destiló desde el escenario del Centro de Bellas Artes Ángel O. Berríos, en Caguas, anoche cuando subió a escena la primera función  del afamado espectáculo musical 'Forever tango', que tuvo como invitados especiales al exmenudo Johnny Lozada y a la merenguera Milly Quezada.

Creada y dirigida por Luis Bravo, este espectáculo es un reflejo de la cultura de Argentina, nación que vio nacer a uno de los exponentes más famosos del tango, Carlos Gardel. Fue presentada por primera vez en 1994 en San Francisco, donde recibió excelentes críticas.

La primera en aparecer en escena, y que arrancó sonoros aplausos del público en cuanto la reconoció, fue Quezada. Ataviada con un traje azul con flecos negros, la cantante de nacionalidad dominicana entonó el éxito 'Volver', canción de la autoría de Alfredo Le Pera y que popularizó Gardel.

La segunda interpretación de la 'Reina del merengue' fue el éxito 'Que alguien me diga', canción que hizo famosa el salsero puertorriqueño Gilbertito Santa Rosa y que fue escrita por el panameño Omar Alfanno. De hecho, Santa Rosa, al igual que Luis Fonsi y Luis Enrique, cantó el pasado año en este mismo musical cuando se repuso en Broadway.

El público tuvo que esperar hasta después del intermedio para poder ver danzar a Lozada, ganador de la cuarta temporada de la competencia 'Mira quién baila', transmitida por Univision. Acompañado de una bailarina, el anfitrión del programa 'Despierta América' le puso mucha pasión a la canción 'Romance del bandoneón'. La ejecución de ambos transmitió tanto sentimiento, que al final se escuchó a alguien del público decir 'Wow', mientras el resto de las personas estallaba en aplausos.


Los artistas invitados coincidieron en el escenario al final, cuando todo el grupo de artistas se presentó ante el público. Tras esos aplausos finales, Quezada regresó para volver a cantar 'Que alguien me diga', mientras Lozada bailaba con evidente alegría.

Además de las excelsas participaciones de Lozada y Quezada, hay que destacar a la orquesta de nueve músicos y al cuerpo de baile que acaparó la atención de los espectadores que presenciaron el evento. De hecho, la presencia escénica de los músicos y los artistas fue tan potente, que no hizo falta escenografía. 

Asimismo hay que acentuar que los cambios entre una pieza y otra (fueron 23 canciones en total) lucieron fluidos y se hicieron de forma rápida, de modo que no hubo baches.

El espectáculo de dos horas y 10 minutos de duración se repite mañana desde las 8:30 p.m. Los boletos se venden en Ticket Center.