El joven dramaturgo de origen puertorriqueño es una de las figuras más importantes del momento en la industria del entretenimiento y en una de las noches más inolvidables de su carrera, la de la entrega de los premios Tony, las yuntas que cerraron las muñecas de la camisa que utilizó llevaban la bandera de Puerto Rico.

Así de importante es para él este terruño y esa noche se convirtió en el artista de origen puertorriqueño que conquista uno de los mayores logros en Broadway, pues el musical que escribió, Hamilton, fue el segundo más premiado en la historia del Tony, siendo seleccionado el mejor del año.

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Los once galardones que obtuvo sirven de despedida para esta etapa en su carrera, pues el 9 de julio tendrá su última presentación en la obra, cerrando un exitoso ciclo de siete shows a la semana. A principios de 2016, la pieza basada en la vida de Alexander Hamilton tuvo una temporada off Broadway, que estuvo completamente vendida y desde que llegó a Broadway en agosto del año pasado se ha convertido en todo un fenómeno, siendo uno de los musicales de más venta de boletos de la historia para un recaudo de $2 billones. 

Sin embargo, Miranda no cree que su ausencia afecte su furor, toda vez que Hamilton tiene las taquillas vendidas hasta abril del próximo año. 

“Creo que hicimos un espectáculo donde la estrella es el show mismo, y siempre ha sido así, está diseñado así. La gente que lo ha visto conmigo y sin mí ha regresado. El show está conectando y me siento bien agradecido y afortunado por eso. Estoy emocionado por lo que va a ser la próxima producción. Estamos terminando las audiciones para el show de Chicago. Confirmaremos todo eso entre julio y agosto. El calibre de actores que hemos encontrado, combinado con el talento de Chicago, es un talento de teatro increíble. Estoy entusiasmado con eso, porque va a ser una gran producción y me agrada ayudar a Tommy Kall. Luego, el próximo año se montará la producción de Londres en el West End”, afirmó el actor, quien asegura que seguirá interpretando esporádicamente el papel principal como Hamilton.

Con su salida de Broadway, Lin Manuel abrirá las puertas del cine, pues una vez culmine sus trabajo en el montaje de Chicago se irá en noviembre a Londres para comenzar la preproducción de una secuela del éxito de Disney de la década de 1960,  Mary Poppins, que protagonizará con Emily Blunt.

Su gran pasión

Ese proyecto significa para el artista unir sus grandes pasiones, pues el cine fue una de las primeras manifestaciones artísticas que lo atrapó durante su niñez. Es por esto que valora el trabajo de quien será el director de la cinta, Rob Marshall, a quien considera el mejor director de musicales en cine. 

“Mary Poppins (Returns) es una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar. Trabajar con ese nivel de talento es demasiado para no aceptarlo.  Voy a aprender de una manera muy real a hacer películas, viendo a uno de los más grandes en ello. Espero que esa experiencia me permita algún día dirigir una película. Así que voy a estar por encima del hombro de Rob Marshall todo el tiempo preguntándole: ‘¿Cómo haces eso? ¿Cómo tomas esas decisiones?’. Para mí la prioridad siempre es tener experiencias con las que pueda aprender más”, aseguró. 

Este será su debut oficial como personaje principal en una megaproducción, ya que anteriormente participó con un personaje secundario en The Odd Life of Timothy Green. También estuvo cerca de protagonizar la versión cinematográfica de su musical In the Heights, como Usnavi. Siete años después ese filme continúa en desarrollo, pero cada vez más cerca de realizarse.

“Estamos tratando de hacerla. Quiara (Alegría) escribió el guión que está bien bonito e increíble. La compañía Weinstein está emocionada y tratando de conseguirlo. Scott Sanders será el productor, él ganó un Tony con The Color Purple, él es el productor de ese musical y está produciendo nuestra película de In the Heights. Pero ya estoy viejo para hacer el papel de Usnavi, ese barco se me fue. Quizás pudo pasar en el 2009, pero está bien, porque eso significa que un joven actor latino increíble va a tener la oportunidad de entrar al negocio. Mientras seamos más, mejor. Estaré involucrado en la película de forma creativa”, indicó.

Con todos los premios que ha obtenido y las oportunidades que se le están abriendo,  Lin Manuel prácticamente puede elegir lo que quiera hacer. Su mente creativa no le da mucho descanso, pero a diferencia de años anteriores, ahora sus proyectos se suman a las oportunidades que están apareciendo.

“Creo que la vida es una mezcla de las oportunidades que tú creas y las que son tan buenas que no puedes decir que no. Pasé siete años escribiendo In the Heights y eso fue increíble. Ese mismo año, la Casa Blanca llamó y preguntó si tenía una canción para ellos y esa fue una oportunidad tan buena que no pude decir que no. Esa fue la primera vez que canté Hamilton en público. Así que la vida será algo así. Tengo ideas para obras, tengo ideas para películas, tengo artistas con quienes quiero trabajar. A la misma vez sé que hay oportunidades que van a llegar que son tan buenas que voy a dedicarles un poco de tiempo. El otoño pasado fue cuando estaba más ocupado en mi vida, pero tuve que escribir una canción para Star Wars, porque esa oportunidad era tan buena... Para mí, una prioridad para los años que vienen es mi familia. No quiero perderme nada del crecimiento de mi hijo, tampoco si tenemos más hijos. Así que es otra cantidad de tiempo que necesito balancear: las cosas que quiero hacer y como papá. Pero estaré bien, llegaré a ello. Tengo una familia increíble que me ayuda mucho”, señaló. 

Toda la vorágine que ha tenido tras Hamilton no le ha permitido venir este año a Puerto Rico. Sin embargo, Lin Manuel sueña con que su hijo Sebastián, de un año y medio, fruto de su matrimonio con Vanessa Nadal, viva las experiencias que él experimentó cuando pasaba los veranos con sus abuelos en Vega Alta.

“Quiero ver a mi hijo perseguir lagartijos, que coma gofio, que toque el moriviví. Lo quiero llevar a las cascadas, a Plaza Las Américas, a Rincón; quiero que juegue en Cerro Gordo, que coma limber, que tome freezie de peseta, medio peso y de peso. Quiero llevarlo al Parque de las Palomas y que se vuelva loco con las palomas. Quiero que haga todas las cosas que hice y me hicieron sentir que esa Isla es especial, a sitios donde mis abuelos y mis padres me llevaron. ¿Quién no querría eso? Todo eso es parte de lo que soy y quiero eso también para mi hijo”, sostuvo.