Ponce. El nuevo espectáculo de Los Rayos Gamma deja, además de un buen rato de entretenimiento, un sentido de nostalgia y la sensación de que encaran una etapa de transición.

La añoranza por Horacio Olivo con toda la gracia, el ritmo y la fuerza que impartía a sus interpretaciones, comenzó a latir desde el vestíbulo del Teatro La Perla en Ponce, donde los asistentes se encontraban con imágenes que recordaban su chispa dentro el cuarteto que formaba con Jacobo Morales, Sunshine Logroño y Silverio Pérez.

Los Gamma lo honraron desde la apertura hasta el cierre del show que en la función de estreno el viernes llenó la capacidad del teatro.

Cada uno apareció en el escenario en solitario y con la agudeza humorística que los define, lo celebraron.

“El ambiente es de nostalgia, hay que reconocerlo”, expuso Jacobo. “Mientras tanto hasta luego, pero un adiós jamás”.

Silverio recreó la llegada de Horacio ante San Pedro, mientras Sunshine quiso compartir “algo lindo” del excompañero, pero “Don Eleuterio” se impuso. “¿Qué es esto, un velorio?”, preguntó el personaje.

El espectáculo inició a las 9:00 P.M., y por las dos horas siguientes no hubo tema ni personaje de moda en el ámbito político y económico del país que no sintiera el impacto de los Gamma.

Los candidatos a la gobernación, la Junta de Control Fiscal, el fallecimiento del Estado Libre Asociado, la aspiración presidencial de Donald Trump, los bonos de Puerto Rico y las becas presidenciales fueron la tela de donde cortaron para las parodias musicales y sketches que dan vida a “La Promesa”.

Esa probada fórmula de sátira política se refrescó con la integración del colectivo Teatro Breve. Sin pretender ocupar el espacio de Horacio –ni siquiera llegó a pararse en el lugar que le hubiese correspondido en el escenario- el joven salsero Juan Pablo Díaz llevó con elegancia y soltura las interpretaciones que el público conoció en voz del cuarto Gamma como el clásico “Chofer”, escrito por Eddie López, fundador del grupo.

Pero su momento pico se dio al final, cuando apareció en escena vestido de “Hamilton”, rapeando en español, pero no como el hombre de la patria norteamericana, sino como Juan Pablo. Su mensaje iba dirigido al actor y compositor Lin-Manuel Miranda, a quien le reconoció su calibre artística, mas no así su apoyo a la Junta de Control Fiscal, que “no viene fiscalizar, viene a cobrar”. Fue un desahogo muy bien armado que la audiencia aprobó con la única ovación de pie en la función.

Juan Pablo, como los demás integrantes de Teatro Breve, Roy Sánchez-Vahamonde, Lourdes Quiñones, Isel Rodríguez, Alejandro Carpio y Lucienne Hernández, le inyectaron al formato una mirada más social, más fresca, con parodias alusivas a la diáspora y a las madres de alto nivel económico que recrean en el conocido sketch “The Real Housewives of Miramar”.

Los Gamma se mezclaron con ellos, pero les dieron espacio para introducirse ante un público distinto al de ellos, lo que, sin duda, es un reconocimiento a esta nueva generación de artistas que los ha tenido como referencia.

La función no podía terminar sin el tradicional sondeo siendo un año eleccionario. En la encuesta relámpago dirigida por Sunshine quedaron parejos los candidatos a la gobernación, David Bernier y Alexandra Lúgaro, lo que de inmediato provocó una última reflexión de Jacobo: “No importa lo que nos haya pasado este año, seguiremos en el quítate tú pa’ ponerme yo”.

“La Promesa” termina funciones hoy en Ponce, y el 16 de septiembre se presentan en el Centro de Bellas Artes de Aguada.