Una sobredosis de Roberto Arango. Eso fue lo que ofrecieron anoche los nuevos programas de Univisión, Noche [i]legal y Rubén & Co, en los que se presentó el controversial ex senador como invitado.

Tener a Roberto Arango como figura central de ambos estrenos (coproducidos por Agustín Rosario y Univisión) fue una movida riesgosa, pues no es un personaje simpático para mucha gente que considera que el escándalo que vivió como legislador no es materia de relajo.

Pero, por otro lado, si todo el mundo se ha burlado del ex legislador, ¿por qué no se puede reír él de sí mismo? Así que si la elección fue buena o mala, lo sabremos cuando hoy lleguen las encuestas de audiencia.

El bloque comenzó a las 10:00 p.m. con Noche [i]legal y Arango como presentador al estilo de Saturday Night Live. Aunque este trató de impartirle entusiasmo a su rutina de stand up se hizo demasiado obvio que estaba leyendo, lo que le restó fluidez.

“A los que se preguntan qué rayos hago yo en este programa, pues, such is life”, inició el diálogo de Arango, quien procedió a aceptar que era él la figura que aparecía en unas fotos frente al espejo, en la playa y la “foto del perrito”. Pero no se trataba de aquellas fotos que lo llevaron a renunciar a su carrera política, sino de unos montajes fotográficos.

A este segmento le siguió la parodia Dando Chispita (Dando Candela) en la que también participó Arango como protagonista de un supuesto escándalo que sirvió para que el ex legislador promocionara su nueva empresa de venta de galletas. Le siguió el Vacilón Deportivo, con el reportero “Elliot Castrado” caracterizado por Herbert Cruz, quien realiza una impresionante imitación del periodista Elliot Castro. Definitivamente, fue lo mejor de la propuesta, que continúa esta noche con Luis Raúl como invitado.

Esquiva a Rubén

A las 10:30 p.m. tomó el batón Rubén & Co. con Rubén Sánchez, Milly Cangiano y Luisito Vigoreaux. El programa arrancó frío, sin mucha novedad, pero poco a poco fue calentando, en especial, gracias a Vigoreaux, quien instigó más a Arango que el mismo Rubén Sánchez. De hecho, Arango aprovechó una buena parte del programa para promocionar una vez más su negocio.

Lo mejor de la propuesta fue el segmento en el que el invitado tuvo que contestar las preguntas de los animadores utilizando un gong para responder sí y una corneta si la respuesta era no. A lo que Sánchez se refirió como “redefinir la forma de hacer entrevistas”.

Arango se manifestó con espontaneidad en este segmento, aunque se escabulló de las preguntas más calientes, como la de si su nuevo amor era un hombre o una mujer.