Tras casi un año de reposo en su hogar debido a una caída que sufrió mientras trabajaba en el programa Día a día, Dagmar está ansiosa de reencontrarse hoy con su público y sus compañeros de trabajo. 

La animadora estuvo meses recuperándose de una fractura en seis vértebras de la columna. Para aliviarse, recurrió a un tratamiento llamado cifoplastía, que consistió en rellenar con cemento óseo los huecos en sus huesos. También recibió terapia física y actualmente debe realizar diariamente una serie de ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda y las piernas. 

El accidente de Dagmar ocurrió mientras se desplazaba de un lado a otro por los distintos escenarios del programa de Telemundo. La animadora explicó que aunque los televidentes no lo perciban en pantalla, su trabajo requiere muchísima agilidad porque hay que estar “moviéndose de un lado a otro” entre cables, personas y equipos. 

La caída no fue grave, pero la lesión ocurrió porque Dagmar tiene los huesos débiles a causa de la osteoporosis. Con su regreso al trabajo hoy, la animadora deberá ser un poco más pausada para evitar que algo similar vuelva a ocurrir. 

 Esta no es la primera vez que Dagmar enfrenta un reto de salud. Anteriormente, batalló contra el cáncer del pulmón y, posteriormente, el que sufrió en la base de la lengua y la garganta. 

Ante el nuevo quebranto, la animadora dijo que pensó: “¡Caramba, otra cosa más!... ¡Pues vamos para adelante!”.

“Yo soy una persona que no me dejo caer. Tengo un espíritu de lucha y siempre me levantaba contenta. Si no me podía maquillar, por lo menos me pintaba los labios. Trataba de hacer las cosas con alegría”, dijo Dagmar, durante un encuentro ayer con miembros de la prensa previo a su regreso a la televisión.

La actitud positiva, aseguró, ha sido instrumental para ella. Es de las personas que siempre procura “no dejarse caer” y pensar que si Dios permite que pasen las cosas difíciles es porque también te dará la fuerza para superarlas. 

Durante el tiempo que estuvo en recuperación, la animadora se mantuvo muy activa en las redes sociales y esto la llevó a cultivar una “relación linda” con muchos de sus seguidores. 

“También mi familia estaba constantemente conmigo, incluyendo a mi hijo, que es mi ángel”, destacó. 

Igualmente, sus colegas de Día a día, Raymond Arrieta, Gil Marie López y Nelson del Valle, estuvieron presentes con llamadas y visitas. Incluso, le llevaron un asalto navideño a su hogar. 

Precisamente, lo que más extrañó durante estos meses fue su ambiente de trabajo, así que ahora está feliz.

“Llevo bastantes años haciendo mi trabajo y frente a la cámara. Soy bien afortunada por esa oportunidad que he tenido de entrar a los hogares, sin pedir permiso, y que la gente me reciba con cariño y amor. Es algo bien bonito y yo lo siento. Yo siento el amor del público”, aseguró. 

Por eso, procura llegar a su trabajo diariamente como si fuera el primer día. 

“Voy con la misma energía, alegría y deseo de hacer cosas. El trabajo es una bendición. Te trae tantas cosas. Conoces gente, aprendes, te sientes activa, productiva, que estás dando algo de ti”, precisó con una sonrisa.