Hay que ser justa. Si bien el segundo episodio de la serie Girls fue fatal, el tercero, emitido el pasado domingo por HBO, tuvo un renacimiento bastante aceptable.

En lo que podríamos llamar un “comeback” del buen estilo de Lena Dunham, Girls aplica su estilo egocentrista y caótico a la vida de los cuatro personajes principales: Hannah, Jessa, Marnie y Shoshanna. Además, incluye la extensión del caos a otros, como Adam, novio de Hannah y Ray, ex de Shoshanna, pero quien de vez en cuando tiene sexo con Marnie.

Vamos al resumen del capítulo:

Hannah no ha tenido comunicación con Adam, lo que había sido parte del “plan” que habían establecido antes de su partida a Iowa. Sin embargo, cada vez que habla con alguna de sus amigas, les pregunta por él. En este episodio, hablando con la loca desquiciada de Jessa, repite su pregunta, a la que consigue respuesta. Parece que Jessa se ha involucrado más con Adam, lo ha adoptado como “amigo” (las comillas hay que usarlas, pero me parece que pronto las podré quitar) tras la partida de Hannah. Se mantiene en comunicación con él, lo ve en las juntas de Alcohólicos Anónimos, en fin, parece que se han refugiado el uno en el otro por razones obvias.

Marnie, por su parte, trata de justificar ante el mundo su relación con Desi, su compañero musical, con quien sostiene una relación de “amantes”, pero que ella se rehúsa a verla de esa manera. Así se lo explica a Ray, quien al ser un tipo un tanto mayor y muy inteligente, le resulta sencillo estrujarle en la cara a Marnie que es LA AMANTE de Desi, punto, y que este sujeto no le ofrece nada más pues tiene su novia a la que no tiene intenciones de dejar y que ella es demasiado buena para él. Eso bastó para que la inseguridad de Marnie se convirtiera en excitación y una vez más, se acueste con él.

Shoshana, ¡ay Shoshanna! NO ME SIMPATIZAS.

Esta chica de verdad que podría desaparecer de la serie y creo que nadie lo notaría. Es tan tonta, taaaan tonta. Imagínense esto: fue a una entrevista de trabajo nada más y nada menos que a Anne Taylor Loft, donde una camisa barata te cuesta $60, luego de que finalmente terminara sus estudios. La jefa del lugar quedó muy contenta con ella. Ya estaba casi contratada cuando, de momento, dice que no. Sí, así como lo lees, dijo que NO tenía intenciones de trabajar en ese lugar, pero que había sido una gran entrevista de práctica para afinar su desempeño frente a un empleador. No voy a decir qué hubiese hecho yo si la hubiese tenido en frente.


Volviendo a Desi y Marnie, parece que su futuro musical se encamina, no así el personal. Desi insiste ante los demás en que él y Marnie no son novios, sin embargo, cuando están solos demuestra todo lo contrario, lo que tiene a la chica en una total encrucijada. Ella es grandecita, debería saber que el hombre nunca ya a dejar a su novia por ella, pero algo le hace permanecer junto a él. Creo que vimos por qué en el pasado episodio…jajajaja. #Nodigomás.


Pero se le terminó la mecha a Marnie y finalmente explota en reclamos a Desi para que él defina la situación en la que están los tres.

Por otro lado, Jessa y Adam van a la reunión de AA, conversan sobre Hannah brevemente, ríen, se llevan muy bien. No quiero ser pesimista o bruja, pero hay algo cociendo en esa olla. Ojalá que no, a pesar de lo loca que está Jessa, no la veo cayendo en ese tipo te traición hacia su amiga, menos tan pronto. Y por el lado de Adam, tendría que decir que aunque es hombre muy vulnerable, ha demostrado en formas muy tiernas cuánto ama a su Hannah.

Pero aquí es que llegó la parte más emocionante del capítulo. Jessa siente ganas de orinar, por lo que no espera a llegar a ningún baño, solo se baja el pantalón y el panti y se pone a orinar en medio de dos autos. Sin contar como era lógico que una patrulla de la ciudad de Nueva York pasaría justo en el momento en el disfruta el éxtasis que puede dar el alivio de hacer pipí. Jessa se sube su ropa, pero eso no la libraría de un boleto de infracción, el cual, como era de esperarse de ella, rompió en la cara del oficial de policía. Y por supuesto, la arrestaron. Es entonces cuando al resistirse al arresto y quejarse de que la estaban lastimando, Adam sale en su defensa, empujando con sus 6’ 3” al otro policía. Así, por un simple orín, ambos son arrestados y reclamando abuso fuerza por parte de la famosa policía neoyorquina. ¿Quién los saca de la cárcel? Ray. Entonces Adam se da cuenta de que no puede caer en el mismo abismo con Jessa en el que por años ha estado Hannah, rescatándola de sus locuras y viviendo entre sus problemas. Así que se lo dice. En ese preciso momento vemos cómo Jessa se desmorona y reclama la necesidad de tener a Adam como amigo. Veremos qué pasa.


Hannah va a una fiesta donde están todos sus compañeros y ahí tiene una de sus características explosiones de sinceridad/juzgar/sicoanalizar a los demás. Les restriega en sus caras lo que piensa de cada uno, dejándolos al descubierto, entre sus miedos, complejos y defectos, según ella claro. Porque esa es la Hannah que todos conocemos, la que está más que convencida que el mundo está mal y ella está absolutamente bien. Por cierto, le robaron la bicicleta, DE NUEVO.


No soy de las que me gusta hacer predicciones, no acostumbro intentar descifrar lo que viene luego, así que aquí tampoco lo haré.