Las risas afloran entre los dos pequeñines con tan solo acercarse a papá para abrazarlo. Lo aprietan fuerte mientras él responde con igual complicidad. 

El presentador José “El Negro” Figueroa procura disfrutarse cada instante con sus hijos. Es consciente de que criar es una gran responsabilidad, pero también un acto de amor que se disfruta cada día. 

“Es un trabajo 24/7. Uno tiene que estar todo el tiempo ahí, pendiente de los niños, obviamente cuando eres un papá responsable. Aunque yo no diría que es un trabajo. Son etapas de la vida que uno tiene que tratar de llevarlas lo mejor que pueda, también de acuerdo a la crianza que te hayan dado a ti y los principios, porque eso es bien importante”, reflexiona el también coanimador de Estos dos sin frenos (Univision) sobre Marcus Alessandro y Maximus Noah, de 5 y 2 años, respectivamente. 

Cuando mira hacia el futuro, confiesa su propósito por encaminarlos a convertirse en unos adultos responsables.

También, como muchos papás, revela que a veces lo invaden las dudas de equivocarse en su método de crianza. 

“La mayor preocupación es que al hacer esta labor, hacerla bien porque yo no sé si lo estoy haciendo bien. No es porque sean mis hijos, pero ellos son niños que se comportan bien, son respetuosos y la mayor aspiración es que ellos se mantengan en esa línea, que sean jóvenes y hombres de provecho. Eso es lo que más me importa”, reitera sobre los dos varones, producto de su relación con la maquillista profesional Tania Pitre. 

Uno de los aspectos que le encanta de los chiquitos es que con ambos está viviendo etapas distintas. 

“Con el mayor me estoy disfrutando su desarrollo tanto a nivel académico como deportivo”, comparte con emoción. “Es un niño con mucha nobleza y eso me fascina. Lo adoro, esa parte donde él y yo estamos siempre compartiendo y él hablando y preguntándome, tirado en el piso viendo una película”, dice sobre la conexión que va surgiendo mientras va creciendo. “Ya tiene un poquito más de conciencia, claro. Es bastante maduro para la edad que tiene”.

Entre esos recuerdos especiales, comparte cuando en una ocasión, “él estaba en un juego de pelota y yo estaba volando para llegar (a tiempo), como es costumbre ya, y quedaban como 2 o 3 entradas del juego. Cuando él me vio que yo llegué al parque, él se para emocionado, como si hubiese llegado su héroe”.

De su otro retoño, describe risueño que “Maxi tiene un drive (determinación) único. Es bien independiente, es bien seguro de él, y creo que en eso la personalidad de cada uno es bien distinta. No es que Marcus no lo tenga, pero creo que ese drive que tiene Maximus, porque a él nada lo detiene, en ese sentido se parece un poquito a mí”. 

Para el Día de los Padres, el comunicador tiene planificado un junte familiar con sus tres hermanos, lo que tiene un gran significado para él. 

“De verdad, ya no tengo tiempo para estar compartiendo con ellos y eso es una de las cosas que a mí más me gusta. El mayor vive en Estados Unidos hace como ocho, nueve meses. Hablo todos los días con él, pero no nos vemos con tanta frecuencia”.

También estará su padrastro -o papá de crianza, como prefiere llamarlo-, Rafael González, quien desde su infancia abonó a corroborar que el lazo paternal no necesariamente está ligado a la sangre. 

“A él quiero decirle que gracias por siempre haber estado ahí cuando lo he necesitado, gracias por los consejos, porque ahora también en esta etapa de mi vida, que soy adulto, él sigue presente. Para mí es lo más importante y la mayor bendición”.