Como padres, es natural estar orgullosos de los nenes de uno. Sin embargo, insistir en que son las maravillas en cualquier expresión artística, física o intelectual puede ser perjudicial cuando estos se enfrenten a la competencia con sus pares. Para muestra un botón con lo que le pasó anoche a “Andrea” (Kiara Santana) en el segundo capítulo de la serie No me compares, por Univisión Puerto Rico y Primerahora.com. Esta chamaca no pudo aceptar que perdió el papel principal del musical más importante del centro artístico donde estudia. Y ya los espectadores sabemos que ese fracaso es la dinamita que promete convertirla en una temible villana.

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Aunque sea ficción, la reacción de “Andrea” representa una escena plausible en un núcleo familiar dominado por padres que les hacen creer a sus hijos que siempre se destacarán sin importar las circunstancias, según la maestra y psicopedagoga María José Roldán. “Si se enseña a los niños a competir adecuadamente, ellos verán que el trabajo en equipo y los valores son imprescindibles para poder hacerlo correctamente”, indica la reconocida experta en su página web Guía Infantil.

A continuación, te ofrecemos consejos para que no caigas en la trampa de criar hijos incapaces de asimilar la derrota, a base del análisis de Roldán y de la psiquiatra Margarita Mendoza Burgos, citada por BBC Mundo.

1. Otros también se destacan- Si tus hijos están acostumbrados a ver sus “hazañas” en tus redes sociales, enséñales también las de los hijos de tus amigos. Felicítalos y habla bien de ellos. Así, tus nenes reconocerán que el mundo no gira alrededor de ellos.

2. Hacer lo mejor posible- Explícales que no es lo mismo “ser el mejor” y hacer lo mejor posible. “Ser el mejor” es un criterio subjetivo que carga de culpa al joven si no consigue proyectarse como único. Hacer lo mejor posible, en cambio, implica reconocer que hizo su mejor esfuerzo, aunque no gane.

3. Dar el ejemplo- Cuida la manera en que te expresas de amigos y compañeros de trabajo. Si te elogias, procura tener evidencia de tu desempeño.

4. Se aprende de sí- La competencia más importante es con uno. Si tu hijo pierde, reacciona relajado y evita regañarlo.

5. La derrota es una ganancia- Aunque sea un cliché, se gana al perder: es una oportunidad para analizar si tu hijo hizo el esfuerzo o si, de verdad, tiene el talento. Hay que conocerse y reconocerse.