Ponce. Desde que dio los primeros pasos de esta décima y última caminata Da Vida, Raymond Arrieta sabía que no sería fácil llegar hasta Ponce. Primero, porque ya no tiene la misma condición física de sus primeras caminatas; segundo, por las emociones intensas que viviría a cada paso.

También entendía que este sería un día duro, de muchos recuerdos e historias que ha recogido en el camino de pacientes, sobrevivientes y gente querida que ya no están a causa de la enfermedad.

Y no se equivocó.

Hoy, el animador culminó las 84 millas de esta ruta, en las que durante 9 días recorrió Caguas, Cayey, Aibonito, Coamo, Juana Díaz y Ponce, con la satisfacción de que valió la pena tanto sacrificio. Así se lo demostró el pueblo ponceño, que desde temprano se apostó en los predios del Hospital San Lucas, donde comenzó el último tramo, y lo acompañó durante toda la ruta hasta La Guancha. También lo acompañaron diversos artistas, entre ellos Miguel Morales.

En los techos, a la orilla de la carretera, en los puentes, en la plaza pública, la gente salió a la calle, demostrando una vez más que al momento de dar la mano, el País dice presente.

“Raymond, gracias”; “Raymond, Dios te bendiga”; “Raymond te amo”; “Dale, no te quites”; “Raymond, yo voy a ti”, le repetían una y otra vez niños, jóvenes y adultos al animador de Día a día. Mientras, otros les entregaban el dinero, muchos de ellos en alcancías.

Con él estuvieron los voluntarios quienes lo han acompañado, desde el pasado miércoles 30 de mayo cuando salió del estacionamiento de Telemundo, en Hato Rey, recogiendo el dinero que beneficiará a los pacientes del Hospital Oncológico.

“Gracias porque sin ustedes no yo hubiese podido completar esto. Yo solamente voy al frente saludando a la gente, pero lo que ustedes han hecho por el Hospital Oncológico es grande”, les dijo Raymond a los voluntarios momentos antes de iniciar el recorrido por las calles de Ponce.

También agradeció a todo el equipo de trabajo que ha hecho este evento posible, desde los bomberos, paramédicos y todo el equipo de Telemundo, entre tantos otros.

Así se vivió el último tramo de la décima caminata Da Vida por los pacientes del Hospital Oncológico.

Llega a La Guancha

Tras más de tres horas caminando, y ya caída la noche, Raymond llegó a La Guancha donde miles y miles de personas lo esperaban. Allí lo recibió la hermana del fenecido locutor Billy Fourquet, a quien el animador le dedicó la caminata.

Atrás quedó el cansancio y el dolor en las piernas, pero no la emoción.

“¡Gracias! Esta ha sido una caminata histórica para el pueblo de Puerto Rico, en la que unimos a un pueblo como hermanos. El huracán María no nos detuvo, y aquí está el pueblo unido para hacer un bien y ayudar al Oncológico”, dijo tan pronto subió a la tarima, desde donde Telemundo transmitió un programa especial.

“Billy Fourquet, aquí estamos. Hoy está en el cielo riendo y aplaudiendo a todos ustedes”, añadió con voz entrecortada.

Sin poder contener las lágrimas, abrazó a varios de sus compañeros, especialmente a Dagmar, “por quien dimos el primer paso”, dijo.

Raymond Arrieta prometió que, aunque la caminata haya llegado a su fin en esta versión, algo se inventará para seguir ayudando a los pacientes del Hospital Oncológico.

Al cierre de esta edición se desconocía la cantidad de dinero que se había obtenido en esta décima y última caminata -y que se sumará a los $7,770,466.53 que ha recogido durante las pasadas ediciones-, pero los organizadores entendían que superarían el millón alcanzado el año pasado.