La crisis social, política y económica que arde en el País está retratada, de manera simbólica, en la obra Aquí no ha pasado nada, cuya versión para televisión comenzó a grabarse ayer.

El conflicto que se desata en el núcleo de una familia en el pueblo de Utuado ante la proximidad de la muerte de la figura paternal y la llegada de los hijos destapa todos los males que corrompen al ciudadano y, por consiguiente, a la sociedad. Hay ambición y con ella la corrupción, un mal que carcome los gobiernos desde la antigüedad.

“Simbólicamente, esa casa es Puerto Rico. Es el símbolo de un país que está venido a menos, que se está deteriorando física y mentalmente. Espiritualmente somos gente que ya tenemos muy poca capacidad de compasión, muy poca capacidad de abstracción como pueblo y eso nos pone en una situación bien difícil”, puntualizó el director Vicente Castro, autor del texto que fue estrenado el pasado abril como parte del 57 Festival de Teatro Puertorriqueño del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

“Creo que toda esta presión política y económica lo que ha hecho es dividirnos más como pueblo y convertirnos en enemigos unos de otros, y nosotros no somos enemigos. Nosotros tenemos que vernos como uno, porque al final de camino los puertorriqueños somos uno en cualquier suma, no somos otra cosa”, sostuvo.

El primero de cuatro días de grabaciones ubicó al talento artístico y técnico en una residencia ubicada en Guaynabo. Allí se reencontró básicamente el mismo elenco que dio vida a la obra en el teatro: Jorge Luis Ramos, Jimmy Navarro, Félix Monclova, Jonathan Cardenales, Lucienne Hernández, Yezmín Luzzed, Jorge Blanco y Xiomara Rodríguez.

Para esta adaptación comisionada por DirecTV y cuyo estreno por ese sistema de cable está previsto para los últimos días de septiembre, Castro pudo abundar en las historias de cada personaje, de modo que el espectador conocerá un poco más de ellos previo a que cada uno se inserte en el conflicto familiar.

“Aquí vamos a aprender a reírnos de verdad de nosotros, no a reírnos banalmente, no como en los pasos de comedia que vemos en la televisión. Nos vamos a reír y nos vamos a reír con una rabia y con vergüenza, porque verdaderamente nos hemos convertido en el retrato que  presento en Aquí no ha pasado nada”, advirtió el autor.