Mientras seis personas protestaban frente al Coliseo de Puerto Rico en su contra, el comediante Jerry Seinfeld generaba carcajadas en la modalidad pequeña del recinto, que no pudo llenar en su totalidad.

El humorista estadounidense, que cuenta con casi cuatro décadas de carrera, compartió chistes alusivos a su cotidianidad. Sin embargo, jamás abordó directamente el tema de la bandera boricua, quemada hace casi 16 años en un episodio de su sitcom “Seinfeld”.

Por otro lado, el actor sí sacó varios segundos para hacer una referencia fugaz relacionada al símbolo patrio de la Isla. “Traté de usar los colores de la bandera puertorriqueña”, dijo a la vez que observaba su traje azul, camisa blanca y corbata roja.

“¡Oh Dios, Puerto Rico! Si creías que no vendría, estabas equivocado”, expresó a su entrada al escenario mientras era recibido con aplausos. 

Del sexo a la muerte

Durante la primera etapa de la función, el actor trató de conectar con la gente que llegó tarde a su show y se mofó de las personas que incluso, olvidaron la fecha del evento. “¿Era hoy?”, imitó a modo de broma. En esta sección también recordó el dilema que, a su entender, los hombres enfrentan a la hora de salir con sus esposas. “Llevo 14 casado y sé lo que es decir: ¿Estás ‘ready’ (lista)?’”, contó. “Luego te preguntan por qué te estacionaste tan lejos con el siguiente comentario: ‘Estoy en tacos’”.

La presentación continuó con la obsesión que Seinfeld tiene con los lugares para dormir. “Ninguna mueblería le gana a la cama, por eso tienen nombres como ‘king’ y ‘queen’ ”, mencionó. De ahí saltó (también se tiró al suelo mientras hacía sus chistes) al tema de la muerte y criticó la cremación. “Es como si estuvieran tapando un crimen”, consideró. “Yo quiero que me velen. Déjalos sentarse ahí preguntándose qué ocurriría si me siento en el ataúd”, agregó.

Provocó risas al reflexionar sobre cómo los individuos suelen hablar con ellos mismos, sobre todo, cuando no quieren escuchar al prójimo. “Podría matarlo ahora mismo, me dice el cerebro”, comentó.

El intérprete aprovechó para mencionar que regresará pronto a la Isla para vacacionar con su familia, pero su anuncio vino con otro chiste. “Amo a Puerto Rico. Si estás caminando por San Juan, más vale que tengas un cuadrado metálico en el bolsillo”, señaló en su intento de subrayar la nomofobia. “La tecnología embrutece. Tras bastidores, me queda 38 por ciento de carga. Es el peor sentimiento, como si me estuviera quedando sin oxígeno”. 

Hablando de avances modernos, Seinfeld apostó al sarcasmo mientras comparaba a Facebook con el libro “Moby-Dick”. “Yo recuerdo que había una época en que la gente se avergonzaba si salía un tuit de su cuerpo”, expresó. "Los correos electrónicos tampoco pasaron inadvertidos. “Nos encanta porque el mensaje de cada e-mail es que pude llamarte, pero no quise”, argumentó.

Sin malas palabras

Tras elogiar el café boricua, la comida también tuvo su espacio en el show.  “La gente siempre piensa que la gordura es nuestra culpa. Piensan que la comida es inocente, pero yo nunca he escuchado a un cupcake decir ‘¡déjame quieto!’”. El sexo fue integrado entonces al espectáculo con chistes que pasaron desde las erecciones prolongadas hasta las polémicas complejidades del matrimonio, pero nunca pronunció malas palabras.

De hecho, las féminas recibieron su dosis de cinismo. “Mientras tú (hombre) duermes, ella está investigando. El cerebro de la mujer puede solucionar cualquier problema del mundo, pero de ahí pasa a ser totalmente hipotético… El cerebro femenino quiere saber cómo podrías responder”, bromeó. 

Asimismo, Seinfeld hizo referencia a las reacciones cómicas de su familia y a la vejez. “Déjeme decirle por qué los bebes están aquí… ¡para reemplazarnos! A ver quién está usando los ‘pampers’ en un par de años”, indicó.

La producción tuvo como telonero al actor y comediante Mario Joyner, quien destacó “las ventajas de la soltería” y se opuso al uso del dedo en las pruebas para detectar cáncer de próstata.

Protesta por la “dignidad puertorriqueña”

Previo al stand-up de comedia de Seinfeld y durante parte de su presentación, seis personas protestaron contra el comediante frente al Coliseo de Puerto Rico, donde eran liderados por Francisco Torres López, presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico.

“Estamos aquí tratando de señalar que las acciones de este hombre en el programa (‘Seinfeld’) van  en contra de la dignidad puertorriqueña. Habló con algunos medios del país, pero se limitó a decir que no le gusta regresar al pasado.  Debió decir explícitamente que estaba arrepentido Ahora viene aquí a llevarse el dinero de nuestra gente”, argumentó Torres López.

Al ser abordado sobre los fanáticos que decidieron apoyar a Seinfeld, Torres López hizo hincapié en que “entre ellos hay muchos ignorantes”. 

Durante la protesta, el grupo levantó la bandera de Puerto Rico. Sin embargo, El Nuevo Día fue testigo de cómo alguna gente no entendía por qué ésta estaba siendo mostrada al revés.