El fenecido productor puertorriqueño Tommy Muñiz creó muchos proyectos a lo largo de su fructífera carrera como productor, libretista, director y actor. Pero fue, sin duda, Teleluz (Canal 7) uno de sus grandes sueños convertidos en realidad.

El canal inició el 1 de abril de 1979, luego de que el productor le comprara la cadena a Rikavisión. El nombre de la estación se lo puso en honor a su esposa, Luz García de la Noceda, según contó Rafo Muñiz, hijo de don Tommy.

“El enfoque era que era el canal puertorriqueño, así decía el jingle”, recordó el productor sobre la estación que creó su padre y que operó hasta 1986.

Teleluz sirvió de taller para una decena de artistas y periodistas, a quienes don Tommy les abrió las puertas. Carmen Jovet, Víctor Alicea, Mariano Artau, Cyd Marie Fleming, María Falcón, José Estéves, Pedro Zervigón, Héctor Marcano, Silverio Pérez y Millie Gil, entre otros, fueron algunos de los talentos que formaron parte de la oferta de este canal.

Aunque la programación del llamado Canal 7 fue variada e incluyó desde espacios de comedia hasta de análisis, entretenimiento y noticias, fueron las vistas senatoriales del caso del Cerro Maravilla lo que capturó la atención de los televidentes en el verano del 1983.

La decisión de transmitir estas vistas en torno al asesinato de los jóvenes nacionalistas Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado, le costó a don Tommy el futuro del canal, según Rafo Muñiz.

“Mi papá tomó la decisión histórica de transmitir las vistas del Cerro Maravilla y no te puedes imaginar la presión que el (entonces gobernador de Puerto Rico) Carlos Romero Barceló le puso a mi papá. Había todo tipo de revanchismo y abuso y hasta se repartieron flyers para que no vieran el Canal 7 ni se compraran anuncios. Recuerdo que hasta acusaron a papi de ser comunista”, recordó el productor sobre esa etapa de la estación.

Rafo Muñiz precisó que el canal nunca salía en las encuestas de Mediafax y, aunque “todo el mundo lo veía”, no había una manera de medir su audiencia.

Antes de librar esa batalla, ya don Tommy había tenido que pelear otra, luego que el ex gobernador le quitara el derecho de transmitir los Juegos Panamericanos y se los diera al canal del gobierno.

“Fue un proyecto que le costó lágrimas y sangre, pero tuvo la satisfacción de que vio crecer a toda una generación en la televisión”, manifestó Rafo Muñiz sobre lo que significó este proyecto para su padre.

“Te diría que representó el cierre de un ciclo y que fue un sueño que se le cumplió de tener un canal donde se crearon programas donde se hablaba como los puertorriqueños”, agregó.

Luego de años de lucha y sudor, Tommy Muñiz le vendió Teleluz a Malrite Communication en 1986, quienes luego crearon SuperSiete.