Miami.- Entre talentos, técnicos y equipo de producción, en el programa Sábado Gigante, que esta semana se despide de la televisión tras casi 54 años en el aire, trabajan alrededor de 100 personas de distintos países.

Primera Hora compartió con varios puertorriqueños que llevan años trabajando en el show de variedades y que aunque no salen frente a las cámaras, hacen posible que el mismo llegue a los hogares.

Entre ellos, encontramos a una pareja que muy bien pudiera formar parte de un segmento de Sábado Gigante, ya que se conocieron y se enamoraron en el programa.

Gisela González, de Carolina, y Jorge Pérez, de padres cubanos pero nacido en Guaynabo, llevan 18 años de casados.

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Era 1993 y los cambios tecnológicos conspiraron para que se unieran.

“Comienza esta era de la tecnología, este mundo nuevo que cada día conocemos más. Don Francisco estaba interesado en implementar la tecnología al programa y él llega para ayudar con el sistema que Don Francisco quería implementar”, explicó Gisela.

Realizar un rompecabezas digital fue su primera encomienda. “Todo lo que tenía que ver con el sistema de votación, con el sistema de concursos interactivos, todo eso lo cree y lo manejé también”, indicó Jorge.

Ella en el departamento de producción y él en el área técnica, cuando cada uno se enteró que el otro era de nacionalidad puertorriqueña, comenzaron a hablar, salieron, y en el 1995 contrajeron matrimonio.

“Aquí conocí a quien hoy es mi esposo, el padre de mis hijas (una de 11 y otra de 15 años), el hombre de mi vida, con el que también he compartido buenas y malas”, expresó la carolinense, que próximamente cumpliría 23 años en el programa.

Gisela llegó a Miami en el 93 luego de trabajar desde Puerto Rico como asistente de producción freelance para Sábado Gigante, buscando talentos para el programa.

Por los pasados 15 años tuvo a su cargo el segmento “El chacal de la trompeta”, cuya última aparición fue el sábado pasado.  Nos contó que recibía más de 100 solicitudes diarias de personas que querían participar de la popular sección. “Ha sido un trabajo muy satisfactorio porque de alguna manera u otra los participantes de “El chacal” vienen por muchos propósitos, no solamente por querer cantar o querer exponer su talento o ser reconocidos, pero a veces porque tienen alguna causa o algún problema, o quieren que los vean en sus países”.

También están sus excepciones. Recordó cuando en una ocasión un concursante se quedó encerrado en el baño, supuestamente, después de darse unos cuantos tragos.

“Una vez uno –un participante- se puso tan nervioso que parece que se había traído unos traguitos, se metió en el baño y después hubo que sacarlo porque estaba borracho y hubo que atenderlo”, narró Gisela, todavía con asombro. También pasó malos ratos con algunos concursantes, que luego de ensayar y a minutos de subir al escenario, le entraban el frío olímpico y se negaban a participar.

Tras el final de Sábado Gigante, la pareja espera tener una pausa. “Vamos a coger un descansito, que ella descanse también porque son veintipico de años. Si ella quiere volver a hacer producción que busque bien lo que quiere hacer, que seleccione lo que quiera hacer”, mencionó Jorge, que se va de Sábado Gigante con 19 años de experiencia.

“Nos quedamos en Miami por ahora”, dijo.

Otra puertorriqueña que ha hecho posible que el programa salga al aire es Verónica Lameiro. Natural de Mayagüez, comenzó en el espacio de variedades hace ocho años.

Como productora investigativa, estuvo a cargo de los segmentos periodísticos como ‘El minuto del perdón’, ‘El reencuentro familiar’, ‘El detector de mentira’, y las entrevistas de los participantes para los concursos ‘Ritmo Dieta’ e ‘Ídolos de la canción’.

“Ha sido una experiencia muy enriquecedora para mí y para mi carrera. Trabajar con Don Francisco ha sido excelente…He aprendido lo que es la perseverancia, lo que es seguir hacia adelante, lo que es seguir luchando y de aquí lo que puedo esperar son muchas cosas grandes”.

También conocimos al asistente de cámara Ismael Álvarez, que aunque solo lleva un año en la producción, está feliz de haber formado parte de este histórico show.

“(Desde niño) veía el programa y hasta compré el juego de mesa que él –Don Francisco- sacó y nunca me esperaba que iba a trabajar aquí”, comentó el joven de 29 años, natural de Bayamón.